En un análisis alarmante, Fitch Ratings ha señalado que a pesar de los generosos apoyos proporcionados por el Gobierno federal, Petróleos Mexicanos (Pemex) se encuentra en una situación financiera crítica, representando la mayor preocupación en términos de liquidez y deuda entre las petroleras de América Latina.
La petrolera estatal mexicana, Pemex, ha sido catalogada como la más endeudada del mundo, con una deuda de corto plazo que asciende a 25 mil millones de dólares y bonos por valor de 4 mil millones de dólares con vencimiento este año.
Fitch Ratings ha enfatizado que Pemex plantea una seria preocupación en términos de vencimientos y liquidez, lo que ha llevado a una reciente rebaja de su calificación crediticia de BB- a B+, reflejando una calidad crediticia pobre o dudosa, y asignándole una perspectiva negativa.
Uno de los riesgos clave identificados por la calificadora es la creciente competencia en el refinanciamiento de deudas a corto plazo con vencimientos entre 2024 y 2026, lo que podría poner a Pemex en una posición comprometida.
En comparación con sus competidores en la región, como YPF en Argentina, Petrobras en Brasil y Ecopetrol en Colombia, Pemex también tiene la relación deuda total/reservas probadas más alta, con 14.70 dólares por barril de petróleo equivalente (bpe), según Fitch Ratings.
La situación se agrava por el aumento de los costos de extracción de Pemex, que pasaron de 19.14 dólares por barril en 2021 a 26.15 dólares por barril en 2022.
Es importante destacar que en 2020, Pemex se convirtió en el mayor “ángel caído” del mundo, con una calificación que descendió de grado de inversión a basura.
Actualmente, la deuda financiera de Pemex se sitúa en 110 mil millones de dólares, la mayoría en forma de bonos.
Víctor Gómez, profesor de economía del ITAM, ha subrayado que los apoyos del Gobierno federal, que han superado los 42 mil millones de dólares desde 2019 hasta finales de junio, representan solo una solución temporal para obtener cierta tolerancia en los mercados financieros.
Carlos López Jones, director de Consultoría en Tendencias Económicas y Financieras, ha advertido que enfrentar los vencimientos de deuda en los próximos 18 meses será un desafío significativo, y que seguirán siendo necesarias transferencias de Hacienda. Además, el endurecimiento de las condiciones crediticias en los mercados debido al aumento de las tasas de interés y la disminución de las herramientas gubernamentales para apoyar a la empresa complican aún más la situación de Pemex.
La petrolera estatal mexicana enfrenta un panorama financiero crítico y desafiante, a pesar de los esfuerzos del Gobierno por mantenerla a flote.
