La pena de excomunión por aborto, considerada en el Código Canónico de la Iglesia Católica, no aplica contra los legisladores que aprueban la despenalización de este delito, señaló el teólogo Julián Cruzalta Aguirre durante una reunión que sostuvo en esta ciudad con representantes de organizaciones sociales.
Explicó que el canon 1398, único que se refiere a la interrupción del embarazo a lo largo de todo el código, establece que “quien procure el aborto, si éste se produce, incurre en excomunión latae sententiae”, pero los legisladores “no están haciendo un aborto, sino aprobando una ley”.
Sin aludir a los obispos que en diversos momentos han amenazado con la excomunión a congresistas impulsores de la despenalización del aborto, Cruzalta recordó que desde hace 14 años, cuando el vocero de la arquidiócesis de la Ciudad de México declaró que estaban excomulgados los asambleístas locales que votaron por la legalización de esa práctica, el Vaticano aclaró que la sentencia no alcanza a quienes aprueban las leyes.
Religioso de la orden de los dominicos y asesor teológico de la organización Católicas por el Derecho a Decidir, fray Julián Cruzalta dijo que en el caso de las personas que procuran el aborto y éste se realiza, el Código Canónico establece que la excomunión es “Latae sententiae”, lo que es interpretado por algunos obispos como “automática”, pero eso no es así porque el aborto “es un asunto de conciencia”.
En ese sentido, dijo, “no hay un tribunal que juzgue conciencias, sólo Dios y la persona involucrada saben si actuó en buena o en mala conciencia, pero desde afuera nadie podemos saber, quiere decir que no va a haber un tribunal que va a excomulgar, sino la misma persona, si actúa con mala conciencia, queda excomulgada, pero es ella misma quien se juzga”.
De acuerdo con Cruzalta Aguirre, la frase “latae sententiae” significa que la sentencia es latente, pero no es automática porque la aplicación de la pena depende de la conciencia de cada quien.
“Si el médico es católico y ayudó en un aborto y cree que cometió un pecado, en ese momento queda excomulgado, pero si el médico dice: ‘actué con ética, me siento buen católico y no me avergüenzo de lo que hice’, no está excomulgado”.
Así también, “si la mujer que abortó cree que hizo algo malo, en conciencia queda excomulgada, pero no hay un juicio, un cura o un obispo que la excomulgue, es solita su conciencia; pero si la mujer está convencida de que es buena católica y de que tiene razones válidas en su conciencia para haber abortado, no queda excomulgada, no es automático; todo eso implica la latae sententiae”.
Julián Cruzalta refirió que la libertad de conciencia es un derecho que la iglesia católica ha defendido a lo largo de 2000 años, porque “la conciencia es la voz de Dios y la iglesia no puede ir contra la conciencia de la persona”, por lo que cuando un obispo trata de juzgar conciencias “se siente arriba de Dios”.
En relación con las recientes resoluciones de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) relacionadas con el aborto, el religioso comentó que se han malinterpretado en algunos medios porque no significan que se haya despenalizado la interrupción del embarazo en todo el país, pues al organismo judicial no le corresponde legislar y sus fallos sólo tienen efecto para el instrumento jurídico al que se refieren directamente.
Sin embargo, consideró que los congresos de los estados deberían de tomar el ejemplo y, conforme a los criterios de la corte, deberían empezar a despenalizar el aborto para no mantener en sus leyes una disposición que ya fue catalogada como inconstitucional.
Asimismo, Cruzalta consideró que “por vergüenza” deberían modificarse las constituciones de los 22 estados que establecen la protección de la vida desde el momento de la concepción, lo que también fue declarado inconstitucional por la SCJN.
Fuente: https://www.proceso.com.mx/