El ex presidente Enrique Peña Nieto negó categóricamente haber recibido 25 millones de dólares a cambio de favorecer la compra del sistema de espionaje Pegasus durante su gobierno. Según su versión, no existe ningún documento o evidencia que respalde tales acusaciones y rechazó rotundamente que hubiese algún acuerdo con empresarios israelíes para obtener beneficios económicos personales por esa operación.
Peña Nieto sostuvo que la adquisición del software, que tuvo lugar en 2014, se llevó a cabo con fines institucionales y orientada a mejorar las capacidades de seguridad y defensa del país, no con propósitos personales ni de enriquecimiento ilícito. En su defensa, subrayó que nunca se asignó contrato alguno que incluyera sobornos o comisiones para su beneficio .
El señalamiento había circulado en diversas versiones que atribuían el supuesto soborno a empresarios vinculados con la tecnología israelí, pero el ex mandatario desmintió cualquier vínculo con negociaciones de carácter personal. Aseguró que todas las adquisiciones realizadas en su sexenio fueron transparentes y ajustadas a la ley, y que no hubo favores que derivaran en ganancias para su persona .
Con esta declaración, el ex presidente busca cerrar la polémica surgida tras las acusaciones, reafirmando que no existen pruebas que respalden la versión del soborno y manteniendo que el único objetivo detrás de la compra del sistema Pegasus fue reforzar la seguridad nacional.
