La iniciativa de reforma constitucional en materia eléctrica “se queda como está porque incluye lo que ellos tienen como preocupación, lo de la transición energética”, sostuvo el presidente Andrés Manuel López Obrador, al relatar parte de la reunión de ayer con funcionarios estadunidenses y empresarios del sector energético, a quienes se les dio respuesta por escrito a cada una de sus inquietudes.
Sin embargo, el gobierno de México rechazó la propuesta de su contraparte de integrar un grupo especial para “vigilar” el desarrollo de la iniciativa y la correspondiente discusión en el Congreso de la Unión, en los próximos días.
El encuentro del jueves en Palacio Nacional se prolongó cinco horas y, en opinión de López Obrador, los invitados quedaron “satisfechos” con la exposición e incluso estaban “muy contentos”.
El mandatario fue enfático en que la iniciativa de reforma no apuntala las energías sucias – como aseguran los opositores- y, en el documento de 10 puntos dedicado a Washington – y a los grandes industriales del sector- se destaca la voluntad de diálogo.
En la parte final del texto se indica: “No se planea construir ninguna nueva planta de carbón.
“Estamos en condiciones de apoyar la transición energética de industria automotriz norteamericana en México, aportándole la energía limpia que requiera. Destaca como parte de este esfuerzo la fabricación nacional de vehículos eléctricos”.
“Estamos dispuestos a atender a las empresas del sector energético de Estados Unidos, sin actuar de manera injusta y arbitraria. Existe disposición al diálogo, no queremos dejar de tener buenas relaciones con el gobierno de Estados Unidos ni con las empresas de ese país, porque consideramos que es imprescindible y benéfica la integración económica y comercial entre las dos Naciones con respeto a nuestras soberanías y sin aceptar actos ilegales, influyentismo y corrupción “.
El pretendido grupo estaría integrado por el embajador Ken Salazar, y si bien el jefe del Ejecutivo ponderó la buena relación bilateral, también advirtió que “hay una gran diferencia entre comunicarnos a imponer un grupo para vigilarnos, observarnos, eso pues no lo permite nadie. A lo mejor en otros tiempos, gobiernos sumisos, entreguistas, pero ya son otros tiempos. El Presidente Biden se porta muy bien y lo primero que me dice es ‘respeto a la soberanía, siempre, ni patio trasero ni patio delantero’”.
El mandatario mexicano aseveró que no planteó cambios en su iniciativa que será votada el mes entrante en la Cámara de Diputados.
—¿Le expresaron preocupaciones?, se le preguntó en la conferencia de prensa matutina.
—No -atajó Lopez Obrador.
Previamente hizo un resumen de los datos, documentos e intercambio con la delegación encabezada por John Kerry, enviado especial del Presidente Joe Biden para el Clima.
“Se les explicó el por qué de esta iniciativa y, al parecer, se sintieron atendidos y satisfechos porque no es cierto que la iniciativa tenga que ver con promover las energías sucias, no es cierto que no nos importe producir energía solar, eólica y ahora energía con agua en las hidroeléctricas. Estamos haciendo un gran esfuerzo porque ya no vamos a crear ninguna planta que produzca energía con carbón”.