Habitantes de los barrios de Camino Real, La Ermita y Santa Lucía en Campeche, entregaron al presidente Andrés Manuel López Obrador una carta donde le piden que cambie el trazo de un tramo del Tren Maya para que sus casas no sean demolidas.
Este sábado, el mandatario realizó la supervisión de obra del Tren Maya, desde Calkiní, Campeche. Ahí pobladores de los barrios interceptaron su camioneta para entregar la misiva.
“Le escribimos con mucho temor de ser desalojados por el Proyecto Tren Maya. Queremos ser muy claros con usted, como colectivo no estamos en contra de su proyecto porque sabemos que ayudará a impulsar la economía generando fuentes de trabajo en nuestro estado de Campeche. (…) todos coincidimos en defender nuestro patrimonio y barrios que hemos habitado por tantea generaciones.
“Que documentos, títulos de propiedad, evidencias históricas plasmadas en el periódico oficial del Estado de Campeche, señalan la antigüedad de estos barrios y sus pobladores desde antes del ferrocarril”, señala la carta.
Los integrantes del colectivo Tres Barrios dijeron que no están contra el tren, pero que buscan defender su patrimonio, pues han vivido ahí por generaciones.
Decenas de familias han vivido durante décadas junto a las vías del tren en esos tres barrios. Pero ellos llegaron primero, algunos tienen títulos de propiedad de finales de 1800.
El Tren Maya, a cargo del Fondo Nacional de Fomento al Turismo (Fonatur), va a pasar por la zona y las casas estorban. El tramo de la mega obra que pasará por esa zona es el 2, que ya se licitó y ganó el consorcio integrado por Operadora CICSA S.A. de C.V. de Grupo Carso, de Carlos Slim, en convenio de asociación con FCC Construcción S.A.
“Somos cinco o cuatro generaciones las que hemos vivido aquí. En 1938, a instancias del general Lázaro Cárdenas, hicieron el tendido de vías y no nos dieron un centavo porque según fue un donativo”, dijo en septiembre pasado a Animal Político, Guadalupe.
Con el Tren Maya no habrá forma de convivir, la velocidad que alcanzará será de más de 100 kilómetros por hora y ya está estipulado que en 20 metros de un lado y 20 metros del otro de la vía no puede haber ni casas ni nada. Si el proyecto se hace aquí, las familias tendrían que irse y muchos no quieren.
Fuente: ANIMAL POLÍTICO