Ciudad de México— Dos agentes de la Policía de Coahuila fueron acusados de matar a disparos a un ciudadano estadounidense y a un residente legal de Estados Unidos en un punto de revisión en la Carretera Saltillo-Zacatecas, informaron procuradores estatales.
Aparentemente, los agentes intentaron encubrir los homicidios al decir que los estadounidenses dispararon primero, versión que ya fue desmentida.
Los dos miembros del Grupo de Reacción Operativa Metropolitana (GROM), una unidad élite, estaban el 28 de octubre al frente de un retén carretero cerca de Saltillo, cuando las víctimas, ambas estadounidenses, aparentemente no se detuvieron en el punto de revisión.
Ese mismo día, la Policía emitió un comunicado en el que se afirmó que los agentes “contestaron la agresión, culminando en el deceso de los dos probables responsables que viajaban a bordo del vehículo”.
El relato de los agentes indicaba que los hombres viajaban a exceso de velocidad e intentaron evitar el filtro de seguridad.
“Metros más adelante, accionaron sus armas de fuego en repetidas ocasiones en contra de los oficiales del GROM, que iniciaron una persecución”, de acuerdo con el comunicado.
No obstante, un funcionario de la Procuraduría estatal, que no fue citado por su nombre en apego a las reglas, comentó que las contradicciones en la versión provocaron que los investigadores hicieran pruebas en busca de rastros de pólvora en las manos de las víctimas, sin que se encontraran residuos. Además, señaló que los dos hombres simplemente conducían rumbo al sur, por Coahuila.
Los dos uniformados se encuentran encarcelados y enfrentan cargos de homicidio doloso.
El funcionario identificó al residente legal de Estados Unidos como Edgar Valdés Rodríguez, de Kansas City, Missouri. Mientras que, el Departamento de Estado de EU identificó al ciudadano estadounidense como Demetrius Atkins.
El caso es similar al homicidio en agosto de 2010, de Joseph Proctor, de 32 años y originario de Nueva York, por parte de miembros del Ejército, en un filtro carretero cerca de su casa al norte de Acapulco, Guerrero.
En esa ocasión, los militares indicaron que el empleado de la construcción intentó agredir a los soldados con un fusil AR-15; sin embargo, los familiares de la víctima debatieron esa versión y presionaron para que se abriera una investigación.
Semanas después, la Secretaría de Defensa Nacional le reportó a la madre de la víctima, Donna Proctor, que tres soldados fueron procesados por la muerte de su hijo.
Fuente: diario.mx