De acuerdo con el comunicado No. 06 emitido por el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval), el día 11 de mayo de 2020, los escenarios que pueden construirse, con la información disponible, respecto del impacto que tendrá la epidemia del COVID-19 en los niveles de pobreza del país, podrían revertir los avances alcanzados en los últimos 10 años y quizá más.
No hay duda, habrá más pobres
El análisis que presenta el Coneval, organismo facultado por la Constitución para llevar a cabo la medición oficial de la pobreza en México, no deja lugar a dudas: en todos los escenarios que construye el resultado es que habrá más personas en condición de pobreza; pero también más personas en condiciones de vulnerabilidad por carencias sociales, sobre todo en los ámbitos urbanos.
Los datos son desalentadores: la pobreza por ingresos podría incrementarse entre 7.2 y 7.9 puntos porcentuales; en general, estos datos le permiten anticipar al Coneval que la cantidad de personas que podrían caer en pobreza por ingresos, adicionales a las ya existentes, sería de entre 8.9 y 9.8 millones de personas.
Por otro lado, en lo que se refiere a la pobreza extrema por ingresos, el incremento podría ubicarse entre 4.9 y 8.5 puntos porcentuales adicionales, lo que podría significar una suma que oscila entre 6.1 y 10.7 millones de personas en pobreza extrema más, a las estimadas en la medición del 2018.
Asimismo, los datos del Coneval le permiten estimar que la pobreza laboral, es decir, el porcentaje de personas cuyos ingresos laborales no les permiten adquirir una canasta alimentaria al día, podría crecer de 37.3% a 45.8% de las personas ocupadas en el país, para el segundo trimestre del presente año.
Sin embargo, habría que añadir al análisis del Coneval, considerando que los peores efectos económicos se esperan para el tercer y cuarto trimestres del año, ese porcentaje podría ser aún mayor, según estimaciones.
El ingreso era ya precario, ahora será peor
Uno de los grandes déficits del sistema económico en México se encuentra en los bajos niveles salariales que tienen las y los trabajadores mexicanos. En ese sentido, el gobierno de la República modificó desde su primer mes de mandato la política de salarios mínimos, elevándolos de manera relevante; sin embargo, ese efecto ya se ha visto diluido debido a la parálisis económica; y se revertirá probablemente en los próximos meses. En efecto, de acuerdo con el Coneval, los ingresos de las personas tendrán una caída generalizada equivalente al menos a 5%, pero este indicador podría ser peor en las zonas urbanas, y más aún tendrá un impacto diferenciado dependiendo del estrato socioeconómico del que se trate.
Más desempleo
A pesar de que en los últimos años México había logrado mantener tasas de desocupación relativamente bajas, el Coneval estima que ésta podría crecer de un 3.3% de la Población Económicamente Activa en condiciones de desocupación, a un 5.3 por ciento.
El incremento en la tasa de desocupación, pero sobre todo el del Índice de la Tendencia Laboral de la Pobreza, colocaría al país en sus peores datos desde que se tiene registro, pues el 45.8% de personas que laboran y que no perciben lo suficiente para superar el valor de la canasta alimentaria (pobreza extrema) sería superior al registrado durante la crisis del 2009.
Utilizando los datos de la Secretaría del Trabajo, el Coneval estima que en el segundo trimestre del año podrían haberse perdido 1.5 millones de empleos formales.
Fuente: https://www.excelsior.com.mx