Un juez de control determinó que Rosario Robles Berlanga, exsecretaria de Desarrollo Social en el Gobierno de Enrique Peña Nieto, continúe en prisión preventiva en el penal de Santa Martha Acatitla por el “elevado” riesgo de fuga que representa.
Durante una audiencia en los juzgados del Reclusorio Sur, el juzgador Felipe de Jesús Delgadillo Padierna ratificó la medida cautelar contra la exfuncionaria en cumplimiento a la decisión de un magistrado que le ordenó reponer el proceso.
Además, consideró que la defensa de Robles mintió con relación al domicilio de ella.
Robles, secretaria de Desarrollo Social (2012-2015) y de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano (2015-2018), está acusada de permitir el desvío de fondos públicos por más de cinco mil millones de pesos. Fue detenida desde el pasado 13 de agosto.
Los abogados de Robles acusaron a Delgadillo Padierna de imponer la medida sin analizar ni establecer las razones por las cuales era la idónea, proporcional y menos lesiva para ella.
“No esperábamos esta resolución, la cual muestra el temperamento colérico del juez, que tiene, en este caso, un asunto personal (es sobrino de Dolores Padierna, legisladora de Morena). No hizo un análisis jurídico del caso, sino un análisis con el hígado”, dijo el abogado de Robles, Julio Hernández.
Antes de la audiencia en la que se le ratificó la prisión preventiva, Robles le envió una carta al titular de la Fiscalía General de la República (FGR), Alejandro Gertz Manero, en la que le pidió que prevalezca la justicia y le reclamó que se pretenda mantenerla retenida de manera ilegal e inventando otros ilícitos.
Robles aseguró al fiscal que nunca ha mentido sobre su domicilio, lo cual comprobó con documentos y testimonios.
“Por si fuera poco, esa casa la conoce y ha estado en ella el hoy Presidente, Andrés Manuel López Obrador”, señaló.
Al término de la audiencia, Mariana Moguel Robles, hija de la exsecretaria, calificó como lamentable que se utilice el aparato del Estado contra ella y sea diferente para liberar a narcotraficantes.
“Yo espero justicia. Mi madre es una presa política. Esto es una venganza política y ahora sí no vamos a guardar más silencio, ya nos cansamos como familia y aquí estamos, y agarraremos la mano de la mujer que estamos completamente convencidos es inocente”.
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