Las recientes iniciativas del presidente Andrés Manuel López Obrador para reformar la constitución han suscitado una ola de preocupación entre empresarios e inversionistas, quienes temen que estas medidas puedan socavar el Estado de derecho en México, según un editorial del Financial Times firmado por Michael Stott.
López Obrador ha defendido estas reformas como un medio para fortalecer la democracia y combatir la corrupción en un Poder Judicial que califica de capturado por una élite. Sin embargo, analistas como Shannon O’Neil, del Council on Foreign Relations, advierten que ni una crisis en los mercados detendría al presidente ni a la mandataria electa Claudia Sheinbaum en su empeño por implementar estas reformas, respaldadas por la supermayoría legislativa de Morena y sus aliados.
Este miércoles, el pleno de la Cámara de Diputados aprobó el dictamen de la reforma judicial, que ahora se turnará al Senado. Los legisladores de Morena, el PVEM y el PT votaron a favor de la reforma, que propone la elección por voto popular de los juzgadores, en una sede alterna debido a las manifestaciones en las inmediaciones del recinto legislativo.
Para muchos líderes empresariales, estas reformas podrían politizar la justicia y afectar especialmente a sectores regulados como la minería, la energía y las telecomunicaciones, que requieren un marco legal estable para inversiones a largo plazo. Un alto ejecutivo de una multinacional expresó que esto representa un problema particular para los sectores regulados.
La Cámara de Comercio de Estados Unidos también ha manifestado su inquietud, advirtiendo que las reformas “corren el riesgo de socavar el Estado de derecho y las garantías de protección para las operaciones comerciales en México”. El embajador estadounidense, Ken Salazar, ha criticado los planes de López Obrador, lo que ha generado tensiones diplomáticas entre ambos países.
El impacto en los mercados financieros ya se ha hecho evidente. Desde las elecciones del 2 de junio, el peso mexicano ha caído un 12%, reflejando la inquietud de los inversionistas sobre posibles violaciones a acuerdos comerciales con Estados Unidos, Canadá, la Unión Europea y Asia. Esta situación pone en riesgo la competitividad de México como destino atractivo para la relocalización de empresas.
Alberto Ramos, economista jefe para América Latina de Goldman Sachs, advierte que México está desaprovechando una gran oportunidad de “deslocalización cercana y amigable”. En lugar de capitalizar su proximidad geográfica, el país se enfrenta a un posible conflicto con Estados Unidos que podría desestabilizar los mercados e incrementar la incertidumbre para las inversiones.
A pesar de las críticas, los aliados de López Obrador sostienen que las reformas cuentan con el respaldo popular, evidenciado en la reciente victoria electoral de Morena. Sin embargo, la mayoría de los inversionistas extranjeros se mantienen escépticos, temiendo que estas reformas constitucionales puedan impactar negativamente la economía mexicana.