La propuesta presupuestal para el sector Salud en el año 2024 ha quedado significativamente por debajo de la promesa del presidente Andrés Manuel López Obrador de equiparar el sistema de salud público mexicano con el de Dinamarca. Según un análisis realizado por la bancada del Partido Revolucionario Institucional (PRI) en la Cámara de Diputados, la asignación presupuestaria para la Secretaría de Salud (Ssa), el IMSS, el nuevo IMSS-Bienestar, el Issste y los institutos de salud de Sedena y Semar se mantendrá por debajo del 3 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB), recomendado por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), y está muy lejos del 11 por ciento del PIB que Dinamarca destina a su sistema de salud.
El análisis revela un incremento del 2.71 por ciento en el presupuesto destinado a la Secretaría de Salud y al IMSS-Bienestar en comparación con el año anterior. Sin embargo, este aumento no logra compensar los efectos de la inflación y no será suficiente para brindar cobertura de salud a la población que carece de seguridad social, tal como había prometido el Ejecutivo.
En conjunto, se propone una asignación de 225 mil millones de pesos para el próximo año, apenas 5 mil millones más que en 2023. El análisis del PRI señala que la Secretaría de Salud perderá recursos que anteriormente estaban asignados al Instituto de Salud para el Bienestar (Insabi) y que ahora se transferirán al nuevo IMSS-Bienestar, con un monto total de 112 mil 627 millones de pesos.
Para la Secretaría de Salud, se proponen 96 mil 989 millones de pesos para el próximo año, en comparación con los 219 mil 616 millones de pesos aprobados para 2023, lo que representa una reducción del 56 por ciento. Además, se planea un recorte adicional de 5 mil millones de pesos en su gasto de inversión y de otros mil 218 millones de pesos para la adquisición de medicamentos e insumos.
Este panorama ha generado preocupación y críticas por parte del PRI, que califica los datos relacionados con el presupuesto de salud como “engañosos y preocupantes”. La brecha entre la promesa de equiparación con Dinamarca y la realidad presupuestaria plantea desafíos significativos para el sistema de salud público en México en el próximo año.
