La reapertura económica hará que el Producto Interno Bruto de México tenga una caída menos pronunciada este año, estimó el subgobernador del Banco de México, Gerardo Esquivel.
“La recuperación continuará hacia el fin de este año y yo calculo que eso implicará que el crecimiento sea menos malo de lo que algunos pronosticaban. Yo anticipo que el crecimiento estará ahora entre 8.5 y 9.0 por ciento”.
Al participar en el pódcast Norte Económico de Grupo Financiero Banorte, indicó que la normalización total de las actividades económicas tomará más tiempo y se mezclará con el efecto de la demanda, por ello, durante el último trimestre de 2020 la economía mexicana crecerá alrededor de 6.0 por ciento.
“Eso quiere decir que para el año próximo habrá todavía crecimiento derivado tanto de lo que nos falta por reabrir como de que ya iniciará un poco más la normalización de la economía… Esto implica que para 2021 vamos a tener un crecimiento bastante razonable que esperamos se consolide y que eventualmente nos ayude a regresar, relativamente pronto, a los niveles, si no a los de 2018, al menos sí a los de principios de 2020”.
Asimismo, el subgobernador consideró que el choque actual de precios es transitorio y está motivado, en buena medida, por el componente de alimentos procesados y no procesados.
“Hacía adelante, una vez que ya ocurrió este aumento, este escalón en los precios, las perspectivas son que la inflación regresará hacia la segunda parte del año próximo a niveles mucho más cercanos a la meta, en torno a 3.0%, y terminaremos 2021, ligeramente por debajo de ésta”.
DESIGUALDAD
El subgobernador del banco central habló sobre la desigualdad en el contexto de la pandemia, donde, según sus propias estimaciones, 1 por ciento de la población más rica concentra el 30 por ciento del ingreso, además de que se puso en relevancia los sectores con el mayor grado de desigualdad.
Quisiera mencionar el tema de la desigualdad de género, que también se ha visto exacerbada en esta situación. Con los hijos recluidos en las casas, porque no pueden ir a las escuelas, la principal carga recae en las madres de familia por razones histórico/culturales; eso ha sacado a muchas de ellas del mercado laboral, exacerbando la carga que de por sí es doble o a veces triple, porque muchas de ellas siguen haciendo su trabajo, cuidando a los hijos y cocinando, con cargas agotadoras que exacerban la desigualdad de género a nivel intrafamiliar”.
En ese sentido, refirió otros casos, donde el confinamiento ha mostrado que los hijos de personas de altos ingresos pueden tener mejores condiciones para estudiar a distancia que estudiantes con menores ingresos.
Fuente: https://www.excelsior.com.mx