Ciudad de México. — Con la consigna “Sin agricultores no hay comida”, productores agrícolas de al menos veinte estados realizaron este martes un paro nacional con bloqueos carreteros y protestas frente a oficinas gubernamentales, para exigir precios justos, subsidios y apoyos ante la crisis que enfrenta el campo mexicano.
Desde las primeras horas, tractores y vehículos de carga tomaron carreteras en Tamaulipas, Guanajuato, Michoacán, Zacatecas, Sinaloa, Jalisco y San Luis Potosí, entre otros estados. Los manifestantes demandaron la exclusión de los granos básicos del T-MEC, inversión en infraestructura rural y una política pública que garantice la soberanía alimentaria.
En Jalisco, cientos de agricultores bloquearon el kilómetro 40 de la antigua carretera a Morelia, exigiendo precios de garantía que cubran los costos de producción.
“El maíz y el frijol no pueden seguir al precio del dólar, sino al valor del trabajo campesino”, señalaron.
En San Luis Potosí, productores de Ébano realizaron bloqueos parciales y pidieron una reunión directa con la presidenta Claudia Sheinbaum, denunciando que las recientes inundaciones agravaron la crisis del campo potosino.
En Tamaulipas, los bloqueos se extendieron a la carretera Reynosa–Victoria y Mante–Valles; mientras que en Guanajuato, los campesinos protestaron frente a oficinas del SAT. En Michoacán, agricultores tomaron la Autopista de Occidente y arrojaron productos a la vía como muestra de su descontento por los bajos precios del maíz, aguacate y limón.
En Sinaloa, las protestas cerraron tramos de la carretera México 15, mientras que en la Ciudad de México, integrantes de la Asamblea Nacional Indígena Campesina y Social marcharon hacia la Secretaría de Agricultura y la Secretaría de Economía, reclamando atención urgente.
Los líderes del Frente Nacional por el Rescate del Campo Mexicano advirtieron que no se retirarán hasta lograr compromisos formales. Señalaron que la producción nacional de maíz ha caído 4% en la última década, mientras que las importaciones crecieron 78.4%, lo que pone en riesgo la soberanía alimentaria.
“Estamos comprando lo que antes producíamos, y el gobierno parece no entender el riesgo de perder el campo”, afirmaron.
Autoridades federales y estatales informaron que se mantienen mesas de diálogo con los grupos movilizados para liberar las carreteras y garantizar la seguridad vial, aunque los productores aseguran que no habrá retiro hasta obtener soluciones reales.
