En una protesta llevada a cabo en el centro de la Ciudad de Mérida el pasado martes, trabajadores del sector salud expresaron su indignación por la rescisión de contratos laborales. Cerca de 300 empleados, previamente considerados héroes durante la pandemia, fueron notificados de la terminación de sus contratos o de la necesidad de renegociarlos.
La doctora Mercy Sánchez, vocera de los afectados, destacó que estos profesionales fueron contratados durante la emergencia por COVID-19 hace cuatro años por el desaparecido INSABI, y actualmente pertenecían a OPD Servicios de Salud del IMSS Bienestar de Yucatán. Sin embargo, recientemente se les informó abruptamente sobre la modificación de sus condiciones laborales, incluyendo la no renovación de sus contratos.
Ante esta situación, a los trabajadores se les ofrecieron opciones que incluían traslados a otras regiones con contratos inferiores y sin prestaciones, o enfrentar la pérdida de sus puestos de trabajo. La falta de certeza laboral y la ausencia de basificación, a pesar de las promesas gubernamentales previas, han generado incertidumbre y malestar entre los afectados.
La doctora Sánchez enfatizó que, a pesar de las promesas de basificación hechas por el presidente Andrés Manuel López Obrador al finalizar la pandemia, la realidad laboral de estos profesionales se ha visto empeorada. Además, señaló la falta de representación sindical debido a su condición de no ser trabajadores del IMSS Bienestar, lo que limita sus derechos y opciones de defensa laboral.
La protesta, que tuvo lugar en la Plaza Grande de la ciudad, fue un llamado público a la justicia laboral y a la atención del gobierno para garantizar la estabilidad y seguridad laboral de estos trabajadores de la salud, quienes continúan enfrentando condiciones precarias y falta de reconocimiento a su labor.
