La reciente sesión del Senado, donde se realizó un sorteo para determinar qué juzgados y magistraturas participarían en las elecciones de 2025, ha desatado un fuerte rechazo tanto a nivel nacional como internacional. Este proceso, aprobado por Morena y sus aliados en septiembre, resultó en la destitución de 711 jueces y magistrados, lo que ha generado una ola de críticas en redes sociales.
La cuenta de X de Foro de Constitucionalistas de México expresó su solidaridad con los jueces afectados, reafirmando su compromiso con la defensa de la dignidad humana en el país. Por su parte, el abogado potosino José Mario de la Garza subrayó que la destitución no es solo un número, sino “vidas dedicadas al servicio de la justicia”, cuestionando el impacto que tendrá en las familias de los jueces destituidos y denunciando que el proceso atenta contra la independencia judicial.
El abogado constitucionalista Miguel Carbonell citó a Montesquieu al señalar que “una cosa no es justa por el hecho de ser ley”, lamentando que México haya pasado de “La patria es primero” a “La tómbola es primero”. Esta crítica se alinea con la opinión del abogado argentino Roberto Gargarella, quien calificó el proceso de selección por tómbola como una “payasada” y una “vuelta a las cavernas”. Gargarella, quien ha criticado la reforma judicial como una venganza del expresidente Andrés Manuel López Obrador, destacó que la pérdida de una de las pelotas del sorteo simboliza el “naufragio” del sistema judicial.
Las críticas no se limitaron a expertos locales. En una conferencia magistral, el catedrático español Juan A. García Amado advirtió que los partidos políticos podrían manipular a los jueces elegidos por voto popular para su propio beneficio, lo que podría socavar la imparcialidad judicial. La ministra Lenia Batres, quien defendió las reformas citando al jurista italiano Luigi Ferrajoli, recibió una respuesta contundente de este último, quien afirmó que la reforma judicial representa “la disolución de un fundamento del Estado de derecho: la imparcialidad de los jueces”.
La controversia en torno a la reforma judicial y el proceso de selección ha puesto de relieve la creciente preocupación por la independencia del poder judicial en México, generando un debate intenso sobre el futuro de la justicia en el país.
