El epidemiólogo Carlos del Río manifestó que, en 2009, México dio una muestra al mundo de lo que puede hacer para contener una crisis.
La posibilidad de que el COVID-19 pueda manifestarse en México es persistente, por lo cual es indispensable estar preparados, recomendó el epidemiólogo Carlos del Río, profesor en medicina global en la Universidad Emory en Atalanta.
“Creo que los centros laborales, la industria y las escuelas tienen que empezar a pensar qué harán si esto (coronavirus) llega al país“, detalló el epidemiólogo.
De acuerdo con los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades, una agencia del Departamento de Salud de Estados Unidos, hasta este miércoles se han confirmado 81 mil 128 casos por coronavirus COVID-19 en el mundo, de estos al menos 78 mil 064 dentro de territorio chino.
No obstante, durante los últimos días se han registrado incrementos importantes en países como Italia, Irán y Corea del Sur. Y, este miércoles, se registró el primer caso en América Latina luego de que un ciudadano brasileño diera positivo. A pesar del escenario, Tedros Adhamon, director de la Organización Mundial de la Salud, ha advertido, una vez más, que el estatus del COVID-19 no amerita ser catalogado como pandemia hasta este momento.
“Esto es como un tsunami, vemos la ola, pero no sabemos a qué hora pegará en tierra”, explicó en Del Río entrevista para Aristegui en Vivo.
Señaló que ahora mismo “estamos pasando de la parte de contención a la parte de mitigación”.
Lo importante en este punto, explicó, es que los países, los gobiernos y la misma sociedad, deben comenzar a preparar un plan de acción para el momento en el que el virus pudiera llegar a más países.
Del Río explicó que para prepararse es muy importante que la sociedad se mantenga informada y a su vez retome hábitos esenciales como lavarse las manos y cubrirse la boca al toser o estornudar.
Además, dijo, es preferible que las personas que presenten dificultades respiratorias o fiebre, se queden en casa con el fin de evitar contagios y acudan al médico en caso de que los síntomas persistan.
Destacó que, en estos casos, México ya cuenta con experiencia, basta recordar las medidas implementadas ante la epidemia por la influenza H1N1 en 2009.
“México respondió muy bien y lo que aprendió de aquella vez sería aplicable ahora”.
Señaló que estas medidas de prevención no deberían aplicarse tan solo por el coronavirus, sino por cualquier enfermedad respiratoria, por ejemplo la influenza, pues en México se han registrado muchos casos durante las últimas semanas.
Recomendó que todas las personas mayores de 6 meses acudan a vacunarse contra la influenza.
Respecto a la mortalidad, el epidemiólogo detalló que en el alcance depende de dos factores principales la capacidad hospitaliaria y la capacidad de respuesta. Manifestó que en 2009, México ya dio una muestra al mundo de lo que puede hacer para contener una crisis.
“México tiene todo lo necesario para estar listo”, aseguró. “Tiene muy buenos epidemiologos, por ejemplo el Doctor Hugo Gatell, el subsecretario de Salud; el Doctor Mauricio Hernández en el IMSS; tienen gente muy buena la Coordinación General de Epidemiología, el Instituto Nacional de Diagnóstico y Referencia Epidemiológica y excelentes hospitales como el de Nutrición, Enfermedades Respiratorias, en donde tienen equipo para manejar este tipo de pacientes”, aseguró.
Detalló que con el COVID-19 se ha visto que la mortalidad depende de la edad.
“En gente mayor de 70 años, la mortalidad es de 5 a 6% quizá 8%, pero en menores de 70 años es relativamente baja de 1% o menos”, explicó.
Sin embargo, detalló que se debe tener cuidado con decir que la mortalidad es baja, porque todo depende de cuántos infectados haya.
Explicó que si en México se registraran 100 casos, se podrían controlar. Sin embargo, si se dieran mil casos tan solo en la Ciudad de México, “creo que estaríamos en problemas”, pues no hay la capacidad hospitalaria para tener ese número de pacientes hospitalizados.
Fuente: http://www.aristeguinoticias.com