Reconfiguración de cárteles genera combates

El gobierno federal inició 2020 con frentes abiertos en materia de seguridad en Guanajuato, Michoacán y Tamaulipas, donde los grupos criminales acrecentaron la disputa territorial y en algunos casos reconfiguraron sus alianzas para frenar la expansión del Cártel Jalisco Nueva Generación.

Esos estados sumaron hasta ayer 58, 16 y 15 homicidios dolosos, respectivamente, según datos del conteo diario del gabinete de seguridad, derivado de enfrentamientos con las Fuerzas Armadas y policiacas, y ajustes de cuentas.

En Guanajuato, la disputa entre los cárteles de Santa Rosa de Lima, Jalisco Nueva Generación, Sinaloa y Golfo por el control del robo de combustible, el secuestro y la extorsión en los municipios del corredor industrial se reavivó en estos primeros días de enero.

Siete personas, entre ellas una familia, fueron asesinadas el viernes pasado en distintos hechos en el municipio de San Francisco del Rincón, lo que según autoridades locales es parte de la guerra entre las bandas.

En marzo se cumple un año de que los gobiernos estatal y federal lanzaron la operación Golpe de timón contra José Antonio Yepes Ortiz, El Marro, líder del Cártel de Santa Rosa de Lima, uno de los principales generadores de violencia en la entidad y que anda a salto de mata a decir de mandos policiacos.

Apoyadas por la Marina Armada, las fuerzas estatales retomaron el control de la comunidad de Santa Rosa de Lima, perteneciente al municipio de Villagrán, pero aún no logran la detención de El Marro y demás líderes delincuenciales acusados de la violencia en el corredor industrial del Bajío.

La comisionada de la Unidad de Análisis y Estrategia para la Seguridad Ciudadana, Sophia Huett, asegura que la ola de violencia en la entidad, principalmente contra policías municipales y estatales, es en respuesta a las acciones contra los grupos criminales enfrentados.

Tamaulipas

En los primeros tres días del año se registró una serie de enfrentamientos entre integrantes del Cártel del Noreste, escisión de Los Zetas encabezada por los hermanos Treviño Morales y agentes de la Policía Estatal de Tamaulipas, en Nuevo Laredo, que ha dejado 10 muertos: nueve sicarios y un policía.

De acuerdo con el gobierno de Tamaulipas, los hechos se trataron de ataques directos del Cártel del Noreste, que cuenta con un grupo de pistoleros dominado Tropa del Infierno, que el año pasado atacó un hotel donde se hospedaba la Policía Estatal.

El gobernador de Tamaulipas, el panista Francisco García Cabeza de Vaca, pidió ayer al presidente Andrés Manuel López Obrador más respaldo de la Federación porque advirtió que no habrá tregua contra los criminales.

Según reportes del gobierno federal, en Tamaulipas operan los grupos delincuenciales Panteras, Metros, Ciclones, Zetas Vieja Escuela y el Cártel del Noreste, escisiones de los cárteles del Golfo y de Los Zetas, confrontados desde 2010.

Dirigido por Juan Gerardo Treviño Chávez, El Huevo Treviño, el Cártel del Noreste es la organización delictiva más violenta en Tamaulipas y las Fuerzas Armadas detectan su presencia en los municipios de Nuevo Laredo, Reynosa, Nueva Ciudad Guerrero y Ciudad Mier.

Después de la captura de Omar Treviño Morales, El Z-42, en Nuevo León, el Cártel de los Zetas se dividió en dos grupos: Zetas Vieja Escuela o Vieja Guardia y Cártel del Noreste, de los hermanos Treviño Morales, lo que generó pugnas en varios estados del país, principalmente en Tamaulipas.

Los Zetas Vieja Escuela quedaron al mando de José María Guízar Valencia, El Z-43, quien nombró a su vez a Rogelio González Pinzana, Kelin, como jefe de plaza en Tamaulipas. Este último reforzó a la organización criminal con células del Cártel del Golfo.

Kelinfue ejecutado por la facción Ciclones y actualmente Los Zetas Vieja Escuela están a cargo de Antonio Salas Perea, Chihuas, y tienen presencia en los municipios de Nuevo Morelos, Antiguo Morelos, Mante, Ocampo, Tula, Bustamante, Miquihuana, Palmillas, Jaumave, Llera, Gómez Farías, Xicoténcatl, Casas, Güemes, Padilla, San Carlos, San Nicolás, Jiménez, Burgos, Méndez, San Fernando y Cruillas.

Michoacán

La noche del pasado 5 de enero fueron localizados los restos de dos personas desmembradas en Zamora, Michoacán, municipio en el que a finales de diciembre un comando armado presuntamente del Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) ingresó, quemó viviendas, balaceó a otras y secuestró a varias personas.

De acuerdo con autoridades estatales, dicha organización criminal, encabeza por Nemesio Oseguera Cervantes, El Mencho, está cobrando la factura a los que le han traicionado en su estrategia de expansión en la entidad.

Funcionarios estatales consultados aseguran que el año pasado hubo una reconfiguración de alianzas entre grupos criminales en Michoacán, que dieron origen a Cárteles Unidos, del pacto entre Los Viagras, La Nueva Familia Michoacana, La Familia Michoacana, Blancos de Troya y Caballeros Templarios Guardia Michoacana.

El exlíder del Cártel Jalisco Nueva Generación y de las autodefensas de Tepalcatepec, Juan José Farías, El Abuelo; los exintegrantes de La Familia Michoacana Alfonso Hernández, La Quiringua; Luis Barragán Chávez, El R-5, y Fernando Cruz Tena, extemplario, se unieron a la familia Sierra Santana, fundadores de Los Viagras, que mantienen una cruenta disputa con la gente de El Mencho.

Según los funcionarios estatales, este grupo desplazó al Cártel Jalisco Nueva Generación y a sus células en el estado, ya que tienen el control absoluto en los municipios de Uruapan, Apatzingán, Parácuaro, Zamora, Los Reyes, Tepalcatepec, Buenavista Tomatlán, Morelia, Múgica, Aguililla, Arteaga, Pátzcuaro, Aquila, Peribán y Churumuco.

Fuente: http://www.eluniversal.com.mx

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