
La recaudación del Impuesto Especial sobre Producción y Servicios (IEPS) a gasolinas y diesel durante la Administración de Andrés Manuel López Obrador alcanzó un total histórico de 1.547 billones de pesos, superando en 33.97% a los 1.154 billones recaudados durante el Gobierno de Enrique Peña Nieto.
El mandato de López Obrador destacó por la promesa inicial de reducir los precios de los combustibles, una propuesta que derivó en una nueva narrativa: garantizar que los incrementos no superaran la inflación. A pesar de los altos niveles de recaudación del IEPS, especialistas como Ramsés Pech y Jorge Cano señalan que estos ingresos no se tradujeron en beneficios directos para la población, como en salud o educación.
El contexto internacional también jugó un papel crucial. La guerra entre Rusia y Ucrania en 2022 disparó los precios del petróleo, lo que llevó al Gobierno mexicano a dejar de cobrar el IEPS en ciertos periodos y a aplicar estímulos adicionales para evitar incrementos de hasta 10 pesos por litro.
Aunque la reforma energética de 2013 estableció un mercado más abierto y liberó gradualmente el precio de los combustibles, los analistas advierten que la recaudación sigue priorizando las arcas públicas sobre la protección al consumidor.