La modalidad de extorsión conocido como “gota a gota” mantiene en jaque a los pequeños comerciantes, sobre todo a los tianguistas y a quienes tienen puestos fijos y semifijos en los mercados de por lo menos seis alcaldías de Ciudad de México.
Pero el fenómeno ya creció y se tiene conocimiento de que operan en 13 entidades del país.
Las autoridades capitalinas han detectado que un grupo de colombianos es el responsable de este delito que, según las estadísticas, afecta a 30% de los comercios informales. El seguimiento de las autoridades locales y federales a este grupo refiere que los colombianos ingresan al país de manera legal, haciéndose pasar por empresarios en Cancún, donde instalan negocios para luego extorsionar a las personas.
Con base en las denuncias presentadas, se sabe que este fenómeno opera en Quintana Roo, Tabasco, Chiapas, Oaxaca, Veracruz, Puebla, Morelos y la Ciudad de México. De esta última entidad, crecieron hacia Hidalgo, Estado de México, Querétaro, San Luis Potosí, Guanajuato y Nuevo León.
“Sin estigmatizar, pero importaron un modelo que fue creado en Colombia, en Bogotá, en Medellín, el ‘gota a gota’; algunos colombianos empezaron a traer ese modelo de actuación aprovechando la necesidad de liquidez de la gente”, explicó el secretario de Seguridad Ciudadana, Jesús Orta Martínez.
¿Cómo funciona?
El esquema “gota a gota”, también conocido como préstamos exprés, consiste en otorgar dinero de forma rápida, sin garantías ni avales; a cambio hay de regresar el préstamo con cuotas muy bajas, pero intereses sumamente altos, que pueden ser en un principio de 10%, pero van subiendo hasta el 40 o 60%.
Otro elemento reportado en esta modalidad es la violencia para intimidar a los deudores a que paguen. Autoridades también han detectado que la red usa aplicaciones móviles para manejar las deudas y no dar recibos. |
Mercados y tianguis, sus nichos
Los préstamos que realizan van desde 5 mil hasta los 500 mil pesos a pequeños comerciantes de mercados en las alcaldías Cuauhtémoc, Venustiano Carranza, Miguel Hidalgo, Benito Juárez, Gustavo A. Madero e Iztapalapa, así como a los puestos fijos y semifijos de los alrededores. No piden aval ni referencias bancarias o garantía alguna.
Reparten volantes, tarjetas de presentación o se anuncian de boca en boca con la promesa de que el dinero es una inversión para “inyectarle” al negocio, cualquiera que este sea. Aunque los intereses, aseguran, son muy bajos, a la larga la deuda se vuelve impagable y quienes se niegan a saldar el préstamo son golpeados, amedrentados, asesinados e incluso dos personas se suicidaron ante el agobio que los colombianos ejercen.
La mayoría son colombianos algunos casos con participación de mexicanos y venezolanos y hondureños
En la Procuraduría General de Justicia capitalina (PGJ) hay denuncias de comerciantes que han revelado que una deuda de 5 mil pesos la han pagado hasta cuatro veces; sin embargo, las autoridades poco han hecho al respecto, pues dicen que prestar dinero no es infringir la ley.
“En esta administración, ya van dos casos de suicidio por agobio de extorsionadores bajo este modelo. Qué te quiero decir, que este tema te lleva hasta la locura, te lleva hasta terminar con tu vida, lo que ha sucedido en los últimos años, yo diría más recientemente, los últimos meses, y lo voy a decir muy respetuosamente, es que La Unión y otras organizaciones identificaron un área de oportunidad aquí”, continuó el jefe policiaco.
Los “regentea” La Unión Tepito
Las autoridades han detenido 12 células del “gota a gota” y de acuerdo con declaraciones de los asegurados, los integrantes de La Unión Tepito les cobran derecho de piso por trabajar en su territorio, que van de los 200 a 500 pesos, pues han visto que este es un negocio en el que pueden ganar sin tener mayores problemas.
Quienes se niegan a pagar el acuerdo son golpeados, “levantados” e incluso asesinados, tal como, aparentemente, sucedió el mes pasado afuera del Centro Joyero de la calle Madero en la zona Centro de la ciudad, cuando dos colombianos fueron agredidos a tiros por esta banda delictiva.
Lo que preocupa hoy en día a las autoridades es que algunos mexicanos y personas de otros países se han sumado a este tipo de extorsión a comercios en la capital del país, lo que habla de su crecimiento.
“La mayoría son colombianos algunos casos con participación de mexicanos y venezolanos y hondureños, y cuando se les interroga de quién está al mando, ellos mismos dicen: yo nada más cobro”, precisa el secretario Jesús Orta.
Fuente: https://www.informador.mx