Refinería de Dos Bocas, para revivir la industria interna

Aunque Petróleos Mexicanos (Pemex) cuenta con seis refinerías con una capacidad de un millón 600 mil barriles, estas apenas produjeron en enero 153 mil barriles diarios de gasolina y 109 mil barriles de diésel, por lo que están a niveles mínimos de producción.

Esta capacidad de refinación se ha visto mermada por paros programados, accidentes, desastres naturales y la falta de inversión, lo que ha provocado la caída en los niveles de refinación.

De acuerdo con la Comisión Nacional de Hidrocarburos (CNH), en México se consumen cerca de 190 millones de litros de gasolina todos los días, convirtiendo al país en el cuarto consumidor más grande del mundo, por lo cual tiene que satisfacer esta demanda con importaciones que alcanzaron los 476 mil barriles de gasolinas y 171 mil barriles diarios de diésel en enero.

El presidente Andrés Manuel López Obrador anunció una inversión de 75 mil millones de pesos para la rehabilitación de las seis refinerías existentes y la construcción de una más en Dos Bocas, Paraíso, Tabasco, con lo que se busca garantizar la soberanía energética nacional.

Durante la presentación del Plan Nacional de Refinación, el mandatario estimó que, en conjunto, las siete refinerías procesarán hacia 2022 un millón 863 mil barriles de crudo por día, con lo que se podrán obtener alrededor de 781 mil barriles de gasolina y 560 mil de diésel diariamente.

Desde el anuncio de la construcción de la refinería en Dos Bocas ha habido reacciones en contra por señalar su inviabilidad. El Instituto Mexicano del Petróleo señaló que el proyecto es técnicamente viable y necesario para el país, al contribuir en la autosuficiencia en materia de combustibles.

En contraste, calificadoras e instituciones financieras han criticado este proyecto al calificarlo de costoso y enfatizado que la petrolera debería concentrarse más en las actividades de exploración y extracción de hidrocarburos.

Previo al 1 de diciembre, el terreno donde se construirá la refinería ya había sido desmontado, lo que fue motivo de quejas por el Centro Mexicano de Derecho Ambiental (Cemda), quién señaló no existía ningún permiso para poder realizar estos trabajos y el daño que representaba para la zona.

Se hizo una solicitud a la Agencia de Seguridad, Energía y Ambiente para que realizara una investigación y determinó que la denuncia era procedente, por lo que multó a la empresa que realizó los trabajos en el área, por no contar con los permisos de impacto ambiental.

Pese a las críticas al proyecto, la secretaría de Energía, Rocío Nahle, anunció tiempo después que la construcción de la refinería será por licitación restringida, por lo que solo algunas empresas podrán participar.

“Estamos evitando compañías internacionales que tengan antecedentes de corrupción”, justificó la funcionaria, quien informó que realizan encuentros con grandes empresas que hayan construido infraestructura de ese tamaño.

Fuente: AGENCIAS

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