
En medio de una crisis interna que afecta al Instituto Nacional Electoral (INE), Giancarlo Giordano Garibay, encargado de vinculación con Organismos Públicos Locales Electorales (OPLES), presentó su renuncia al cargo. Con esta decisión, suma ya cuatro funcionarios de alto nivel que han dejado sus puestos recientemente, un hecho que pone en evidencia las complicaciones y tensiones dentro del organismo encargado de organizar las elecciones federales y locales en el país.
La salida de Giordano se suma a un contexto marcado por múltiples renuncias y vacantes en posiciones estratégicas del INE, algunas debidas a presiones políticas internas y discrepancias sobre la conducción del instituto. Esta serie de bajas ha afectado áreas críticas como la Unidad Técnica de lo Contencioso Electoral y la Dirección Ejecutiva de Servicios Informáticos, comprometiendo la operatividad y preparación del INE para los próximos procesos electorales.
Fuentes cercanas al instituto refieren que las dimisiones no sólo responden a voluntad propia, sino también a un ambiente laboral complicado y presiones internas que dificultan el ejercicio efectivo de sus funciones. La confrontación entre distintos grupos dentro del Consejo General del INE, con diferencias marcadas entre quienes apoyan a la actual presidenta y quienes se oponen, ha generado un ambiente de inestabilidad.
Las renuncias masivas anteriores, además de la más reciente, reflejan una crisis profunda que enfrenta el INE en un momento crucial para la organización electoral, donde se deben garantizar procesos transparentes y confiables. La continuidad del personal calificado es fundamental para evitar un impacto negativo en el desarrollo de las elecciones, lo que ha generado preocupación entre actores políticos y ciudadanos por la capacidad del organismo para cumplir con su responsabilidad.
El INE aún no ha emitido un pronunciamiento oficial que clarifique las causas específicas de esta última renuncia ni las medidas que se tomarán para contener la fuga de talento dentro del instituto. Sin embargo, la expectativa es que se realice una reorganización interna para fortalecer las áreas afectadas y restablecer un ambiente de trabajo propicio para los retos electorales que se avecinan.










