Diversos reportes señalan que Ismael “El Mayo” Zambada habría escapado de ser capturado el domingo en un rancho llamado Santa Clara, ubicado en la jurisdicción de El Limón de Los Ramos, Sinaloa.
Detallan que el narcotraficante huyó del sitio momentos antes de la llegada del Ejército Mexicano y elementos de la Policía Estatal, informa El Debate.
En el lugar se aseguraron tres unidades motrices, dos de ellas blindadas, una camioneta Ford Explorer, una Toyota Rav y una Ford Sport Trac.
También se encontraron varias armas de diferentes calibres y sus respectivas municiones.
Ismael “El Mayo” Zambada es la otra cabeza del poderoso Cártel de Sinaloa y con Guzmán en prisión, queda en manos de Zambada mantener el poderío de la organización.
Ahora Zambada es el capo más veterano y activo de México.
En la década de 1970, cuando el colombiano Pablo Escobar recién empezaba su carrera de narcotraficante, Zambada ya era mencionado en un caso judicial en Estados Unidos. A diferencia de Escobar (asesinado en 1993), “El Mayo” nunca ha sido arrestado.
Ocho años atrás, el Departamento del Tesoro de Estados Unidos declaró que una red de negocios en México de su ex esposa e hijos funcionaba como un centro de lavado de dinero. Pese a ello, la mayoría de las empresas siguen abiertas.
DISCRETO PERO PODEROSO
Son dos los secretos de su éxito: un perfil bajo y apostar a las alianzas con políticos y policías, dijeron expertos.
“A él no le interesa el protagonismo… (tiene) amplio poder de negociar, no solamente con los integrantes de cárteles rivales sino con autoridades, políticos. Él sigue su trabajo como un fantasma, eso le ha dado el éxito”, dijo el analista de seguridad Tomás Guevara.
Corpulento y de espeso bigote, “El Mayo” nació en un pueblo llamado El Álamo, en las afueras de Culiacán. Por años medios de la zona reportaron que ocasionalmente iba a repartir dinero y regalos de Navidad a los niños, al estilo de los antiguos capos.
Los niños de Sinaloa han crecido tomando leche Santa Mónica, producida en una fábrica que según Estados Unidos era una de sus fachadas. Otros acuden a un jardín de infantes, un parque acuático y un centro comercial propiedad de familiares y socios.
En el pequeño pueblo de Salado, donde se corre la voz de que es territorio de “El Mayo”, lugareños advirtieron a reporteros de Reuters no husmear en su vida. “Ni siquiera mencionen su nombre”, dijo una anciana vendedora de tortillas, susurrando.
Fuente: http://www.lacronica.com