La Secretaría del Trabajo y Previsión Social informó que a las 21:59 horas del jueves fue rescatado el cuerpo de Juan Carlos Moreno Cervantes, séptimo y último de los mineros que quedaron atrapados el pasado viernes luego del colapso de la mina Micarán ubicada en el municipio de Múzquiz, Coahuila.
Mediante un mensaje en su cuenta de Twitter, la dependencia resaltó el “esfuerzo, entrega y profesionalismo admirable” de los rescatistas que trabajaron para la localización de los cuerpos de los trabajadores.
Detalló que con este hallazgo finalizaron los trabajos de rescate, al tiempo que mencionó que acompañan a las familias en su dolor.
La Organización Familia de Pasta de Conchos (OFPC) lamentó la muerte de Moreno Cervantes y envió un mensaje de cariño a su familia y amigos, así como expresó a los rescatistas su “inmensa gratitud por su entrega y fortaleza para no dejar a nadie atrás”.
Señaló que las muertes de Mauricio Cortez, Humberto Rodríguez, Pedro Ramírez, Damián Arias, Gonzalo Cruz, Leopoldo Méndez y Carlos Moreno se habrían podido evitar “con medidas de no repetición” tras el derrumbe de la mina Pasta de Conchos ocurrido el 19 de febrero de 2006 y en el que quedaron atrapados 65 mineros.
“La minería debe dejar de ser un destino de muerte en la zona carbonífera. Para eso se requiere la supervisión del Estado y que sus empresas dejen de comprar carbón a minas que no cuidan a sus trabajadores”, señaló la organización, en un comunicado suscrito también por el Centro de Derechos Humanos Miguel Agustín Pro Juárez, A.C.
En octubre de 2020 Manuel Bartlett, titular de la Comisión Federal de Electricidad (CFE), recibió una carta por parte de la OFPC, con fotografías sobre las condiciones en las que se encontraba la mina de arrastre colapsada.
La carta advirtió con urgencia de las “condiciones deplorables” en las que trabajan los mineros en las llamadas “cuevas de arrastre”.
“Como muestra de lo anterior, con esta carta le entregamos unas fotos que tomamos el pasado lunes 12 de octubre en unas cuevas de arrastre. Corresponden a dos empresas que han firmado contratos con CFE y extraen carbón sin cumplir las condiciones de seguridad e higiene. No había agua potable para los trabajadores; estaban en tenis, sin equipo de seguridad; no había consola para medir el gas, ni botiquín, extinguidores, ventilación, auto-rescatadores y los trabajadores no sabían si los tenían registrados en el IMSS”.
“Dicha situación que se repite a lo largo de la región -Coahuila- se debe a que se ha permitido durante décadas que los empresarios operen sin cumplir con las leyes, incluso sin tener minas o coyoteando carbón de minas clandestinas”.
El gobierno de Coahuila señaló que desde el viernes en que se registró el accidente, “personal especializado de Coahuila y Nuevo León trabajó en las acciones para el desagüe del complejo y lograr que los cuerpos de rescate —integrados por mineros de empresas de la Región Carbonífera— ingresaran al área donde se localizaban los trabajadores”.
En un comunicado manifestó su solidaridad con las familias de los mineros fallecidos, de quienes dijo que se les ha brindado “acompañamiento y respaldo en todo momento”.
En el mismo sentido se pronunció el gobernador del estado, Miguel Riquelme Solís, que también envió su pésame a los familiares y seres queridos de las víctimas de la tragedia y un mensaje de gratitud a los grupos de rescatistas por su labor.