Después de 18 años y cuatro meses de la tragedia en la mina 8 de Pasta de Conchos, el primer cuerpo de los 63 mineros fallecidos fue extraído del complejo minero este viernes. A las 4:40 horas, personal militar trasladó un cuerpo, aparentemente completo y envuelto en una sábana blanca, desde el socavón hasta una camioneta de la Fiscalía General del Estado, ante la mirada atónita de viudas y familiares presentes.
“Nosotros vimos la estructura, no vimos más allá. Nada más cuando lo bajaron, lo caminaron, se ve toda la estructura,” detalló Martha Iglesias, hija del minero fallecido Guillermo Iglesias. “Visualmente, pudimos ver que está todo el esqueleto completo.”
La extracción del primer cuerpo se realizó en medio de un ambiente de emociones encontradas, con viudas y familiares celebrando la realización de su exigencia de rescate. A la par, manifestaron su determinación de seguir luchando por justicia y garantías de no repetición para todos los trabajadores mineros de la región. “Ahorita tenemos otra expectativa que es encontrar la justicia. Ahí sí creo que es algo muy fuerte, porque no creo poder contra el poderoso señor Larrea, por el poder que tiene,” expresó Martha Iglesias, refiriéndose a las acciones que esperan de la Fiscalía General de la República.
Desde la noche del jueves, los deudos se congregaron en el exterior del complejo minero ubicado en San Juan de Sabinas, en la región carbonífera del estado, esperando la anhelada extracción que se había retrasado debido a filtraciones de agua en la lumbrera 1. “A mí me conmueve mucho ver a mis compañeras juntas aquí. Ya empezó el duelo, porque es un duelo que empiezas a vivir. Son 18 años, ya es mucho tiempo y ver esto hecho realidad es muy conmovedor, es como un sueño para nosotros hecho realidad,” compartió Claudia Escobar, viuda de Raúl Villasana.
La madrugada del 19 de febrero de 2006, la acumulación de gas grisú provocó una explosión que sepultó a 65 mineros del tercer turno en la mina propiedad de Grupo México. Tras el incidente, solo dos cuerpos fueron rescatados y las autoridades federales decidieron detener el resto de los trabajos. Desde entonces, viudas y familiares se unieron en un colectivo para exigir justicia.
Tras el rescate del primer cuerpo, se dio a conocer que la identificación genética de los restos tomará aproximadamente tres semanas. Conforme se extraigan más cuerpos, serán sometidos a pruebas forenses necesarias para lograr su identificación.
