Ciudad de México, México.- La valla metálica de casi cuatro metros de altura que había sido instalada para resguardar Palacio Nacional durante la marcha de la Generación Z fue retirada anoche de la plancha del Zócalo capitalino, apenas unas horas después de la manifestación en la que un grupo de jóvenes encapuchados derribó parte de la estructura y se enfrentó con elementos de la Policía.
Desde temprano, este domingo comenzaron los trabajos para preparar la Plaza de la Constitución con motivo del desfile del 20 de Noviembre. Camiones de la empresa AMSA descargaron estructuras para el templete y las gradas donde la Presidenta Claudia Sheinbaum, integrantes de su Gabinete e invitados especiales presenciarán el acto conmemorativo.
Aún al mediodía, sobre el pavimento persistían restos de polvo de extintores y gas pimienta que policías utilizaron para contener a los manifestantes. Personal de limpia del Gobierno capitalino llegó desde las 6:00 horas para barrer y lavar la zona con agua a presión; varios trabajadores reportaron irritación en ojos y garganta debido a las partículas levantadas. También se les instruyó borrar con thinner y cepillos las consignas pintadas en la plancha del Zócalo.
Pese al esfuerzo, todavía podían leerse frases como “Morena es el cáncer que está matando a México”, “Ni un paso atrás. Fuera el mal narcogobierno!!!” y “Este es mi bienestar”, escritas en distintos colores a lo largo del suelo.
Aunque los manifestantes lograron derribar las vallas frente a Palacio Nacional, no pudieron avanzar hasta el inmueble debido a la presencia de granaderos y una segunda barrera hecha con estructuras tubulares. Donde sí accedieron fue a la Suprema Corte de Justicia de la Nación, en la calle Pino Suárez, donde realizaron pintas y rompieron decenas de ventanas usando pedazos de concreto.
Desde la tarde del sábado, personal de la empresa Comercializadora Tecrisi, especializada en vidrio y aluminio, acudió a evaluar los daños. Hugo Valles, trabajador de la compañía, estimó que son alrededor de 20 ventanas afectadas, cada una con ocho vidrios, lo que implica desmontar hojas abatibles y sustituir paneles fijos. Además de los cristales —de cuatro milímetros de grosor con película de seguridad— también deberán cambiarse varios marcos de aluminio que quedaron deformados. La reparación será cubierta por la aseguradora contratada por la Corte.
El retiro de la valla también incluyó los accesos a Palacio Nacional en los cruces de Correo Mayor, Moneda y Corregidora, así como la zona de joyerías y comercios. Tras la limpieza, los ambulantes volvieron a instalarse para vender series navideñas, figuras decorativas y aerosoles con aroma a pino. Los comercios establecidos abrieron con ofertas por el Buen Fin, mientras que, del lado contrario de Palacio, músicos del festival “Cultura del Danzón” afinaban instrumentos para dar inicio a su presentación.
