Varias gasolineras en México han presentado retrasos en el abasto de combustible, afectando principalmente a ciudades como Ciudad de México, Estado de México, Nuevo León y Chiapas. La problemática se atribuye a un paro de trabajadores y a la falta de pago a los proveedores de última milla por parte de Petróleos Mexicanos (Pemex), lo que ha provocado dificultades logísticas en la distribución hacia las estaciones de servicio.
Aunque las terminales de almacenamiento cuentan con suficiente gasolina, la ausencia de autotanques y pipas para transportar el combustible a las gasolineras ha generado cierres temporales y limitaciones en la venta. Algunas zonas de la capital, como Tlalpan, Benito Juárez y Coyoacán, han reportado escasez intermitente, mientras que en municipios del Estado de México como Ecatepec y Naucalpan también se registran dificultades para encontrar suministro.
En el norte, especialmente en Nuevo León, varias estaciones enfrentan retrasos y cierres parciales, impactando a localidades como Monterrey, Apodaca y San Nicolás de los Garza. Por otro lado, Chiapas es uno de los estados más afectados debido a un paro de pipas que exigen pagos pendientes a Pemex, lo que ha provocado largas filas y escasez en municipios clave como Tapachula y Huixtla.
Las autoridades han señalado que mantienen esfuerzos para resolver esta situación a la brevedad, y que Pemex ya trabaja en reactivar el transporte y la distribución del combustible. Sin embargo, no se ha dado una fecha exacta para normalizar el suministro en todas las regiones afectadas. La falta de combustible ha generado molestias entre los consumidores, quienes deben recorrer mayores distancias y ajustar sus actividades cotidianas debido a la escasez temporal.
