La reciente desclasificación de un archivo del gobierno de Estados Unidos ha reabierto el caso del asesinato del agente de la Administración de Control de Drogas (DEA), Enrique “Kiki” Camarena, revelando acusaciones graves contra Manuel Bartlett, actual director de la Comisión Federal de Electricidad (CFE). Los documentos, divulgados por los periodistas Ioan Grillo, Ieva Jusionyte y Juan Alberto, sugieren que Bartlett pudo haber estado involucrado en la protección y encubrimiento de los asesinos del agente en 1985.
El memorando, enviado por la Embajada de Estados Unidos en México al director del FBI en 1986, indica que las autoridades estadounidenses “tenían fuertes sospechas” de la complicidad de Bartlett con los secuestradores y asesinos de Camarena. El documento menciona que las “sospechas sólidas” se basan en indicios de corrupción y extorsión, sugiriendo que estas actividades benefician a líderes del gobierno mexicano.
Enrique Camarena, quien trabajó en México durante año y medio, fue una figura clave en la lucha contra el narcotráfico, logrando desmantelar cultivos del Cártel de Guadalajara y causando pérdidas millonarias a la organización. Su secuestro el 7 de febrero de 1985 fue orquestado por Rafael Caro Quintero, quien buscaba venganza por los golpes que había recibido el cártel. Camarena fue torturado y su cuerpo fue encontrado el 5 de marzo de 1985, lo que tensó las relaciones diplomáticas entre México y Estados Unidos.
Estas no son las primeras acusaciones contra Bartlett en relación con el caso Camarena. En junio de 2021, funcionarios del Departamento de Justicia de EE. UU. señalaron su posible implicación, afirmando que su nombre aparecía repetidamente en los expedientes de la investigación. Según estos funcionarios, si Bartlett ingresara a Estados Unidos, sería detenido para ser interrogado.
A pesar de las acusaciones, Manuel Bartlett ha desmentido cualquier implicación, calificando las afirmaciones como parte de una campaña en su contra. En varias ocasiones, ha recibido el respaldo del presidente Andrés Manuel López Obrador, quien ha defendido su integridad ante las acusaciones.
