La elección de Rosario Piedra Ibarra como presidenta de la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) le resta legitimidad al organismo, señalaron consejeras ciudadanas en una carta de renuncia que entregaron a la senadora Mónica Fernández Balboa, presidenta de la Mesa Directiva de esa cámara. Su elección presagia el sometimiento de la comisión al poder.
Firmado por María Ampudia González, Mariclaire Acosta Urquidi, Angélica Cuéllar Vázquez y María Olga Noriega Sáenz, el documento critica que la elección se llevó a cabo sin apego a los indicadores que fueron asumidos voluntariamente por las Comisiones Unidas responsables del proceso, y que se consumó en el Pleno del Senado de manera arbitraria, lo que, “presagia el sometimiento abierto de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos, a quienes actualmente detentan el poder político”.
Ayer, Alberto Manuel Athié Gallo renunció a su cargo como integrante del Consejo Consultivo de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH), en rechazo al procedimiento mediante el cual fue electa la presidenta del organismo, Rosario Piedra Ibarra.
Athié Gallo, quien también figuró entre los candidatos a presidir el organismo, adelantó que solicitará amparo por la violación de sus derechos en el proceso que culminó con la designación formal de Piedra Ibarra.
Por lo que, dijeron las consejeras, no será posible mantener el principio de autonomía de gestión que es indispensable para que funcione la CNDH.
“Derivado de las reflexiones anteriores, hemos llegado a la convicción de que, si permanecemos en la Comisión Nacional de los Derechos Humanos, estaremos en riesgo de incumplir el mandato de “Cumplir y Hacer Cumplir la Constitución”, emitido por el Senado de la República a nuestras personas cuando tomamos posesión del cargo de Consejeras del Consejo Consultivo. Por todo lo anteriormente expuesto manifestamos nuestra decisión, por congruencia personal, de presentar nuestra Renuncia al Cargo Honorífico de Miembros del Consejo Consultivo de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos, de manera inmediata e irrevocable”.
Señalan las consejeras que ante la “cuestionada” elección, se le resta legitimidad a la CNDH puesto que sus principales herramientas son la pluralidad, independencia, libertad, autonomía de gestión, y “apego irrestricto” a la Constitución.
“Una Ombudsperson carente de legitimidad será incapaz de establecer una interlocución válida con los distintos actores involucrados en la observación, protección y promoción de los derechos humanos; tampoco podrá generar la confianza ni la certeza jurídica consustanciales a su misión”, señalan las ahora ex consejeras en su carta.
Fuente: AGENCIAS