MRS / Revista Punto de Vista / 23 de diciembre 2025
Hablar de infraestructura no siempre despierta emociones. A veces suena lejano, técnico o incluso ajeno a la vida cotidiana. Sin embargo, hay momentos en los que los anuncios dejan de ser cifras y planos para convertirse en esperanza compartida. San Luis Potosí vive hoy uno de esos momentos.
El inicio, a partir de 2026, de dos proyectos federales estratégicos —el tren de pasajeros con itinerario fijo y la ampliación del aeropuerto de Tamuín— marca algo más que un calendario de obras: representa una apuesta clara por el desarrollo, la integración regional y la confianza en el potencial de nuestra gente. Son decisiones que miran hacia adelante y que colocan al estado en una ruta de crecimiento sostenido.
La confirmación hecha por el gobernador Ricardo Gallardo Cardona envía un mensaje alentador. El tren de pasajeros que conectará a la capital potosina con Monterrey, articulado con el trazo que viene desde Querétaro, no solo ampliará las opciones de movilidad, sino que acercará oportunidades. Viajar será más accesible, el intercambio económico se fortalecerá y San Luis Potosí consolidará su papel como punto estratégico en el centro del país.
Este proyecto ferroviario no llega aislado. Se suma a una red carretera que ya conecta eficientemente las cuatro regiones del estado y que ha permitido que personas, productos e ideas circulen con mayor fluidez. El tren complementa esa visión: un estado comunicado es un estado con más posibilidades para el empleo, la inversión y el bienestar social.
Por su parte, la ampliación y modernización del aeropuerto de Tamuín abre una nueva ventana para la Huasteca potosina. Mejor infraestructura aérea significa más turismo, mayor dinamismo comercial y una región mejor conectada con el resto del país. Significa también que la riqueza natural y cultural de la Huasteca podrá mostrarse al mundo con mayor fuerza, beneficiando directamente a las comunidades locales.
A este panorama se suma la proyección de la Riviera Huasteca, una estrategia que busca detonar el desarrollo turístico en varios municipios mediante infraestructura, servicios y promoción. Pensar en una Huasteca con más oportunidades, sin perder su identidad, es pensar en un crecimiento con sentido social.
Hoy, San Luis Potosí tiene razones para mirar el futuro con optimismo. Los proyectos anunciados no son promesas aisladas, sino piezas de una visión más amplia de desarrollo regional. Ojalá que su ejecución se traduzca en empleos dignos, movilidad accesible y mejores condiciones de vida para todos.
Que este 2026 sea el inicio de una nueva etapa: una en la que el progreso se sienta en las calles, en las comunidades y en la confianza renovada de un estado que avanza con paso firme y esperanza compartida.
