La Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), bajo la presidencia de la ministra Norma Piña, se prepara para concluir su ciclo, a tres meses de ser reemplazada por ministros electos mediante voto popular. Esta transición es resultado de la reforma judicial promovida por el presidente Andrés Manuel López Obrador, que busca democratizar la elección de jueces y magistrados.
La actual conformación de la SCJN, establecida en 1995 durante la administración de Ernesto Zedillo, ha sido un pilar en la impartición de justicia en México. Sin embargo, con la reciente reforma, se abre paso a una nueva etapa en la que los ciudadanos tendrán la responsabilidad de elegir a los integrantes del máximo tribunal del país.
La ministra Norma Piña ha expresado en diversas ocasiones su preocupación por los efectos de esta reforma en la independencia judicial. En un discurso reciente, enfatizó que “si el sistema de justicia no cuenta con cimientos sólidos, no importa las modificaciones, la estructura cederá”, subrayando la necesidad de una reforma integral que fortalezca, en lugar de debilitar, al Poder Judicial.
A medida que se aproxima la fecha de la elección, el país se encuentra en un momento crucial para definir el rumbo de su sistema judicial. La transición de la SCJN representa no solo un cambio en sus integrantes, sino también una transformación en la manera en que se concibe y se ejerce la justicia en México.
