La Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) ha reconocido oficialmente los daños ecológicos causados por la construcción del Tren Maya en la Península de Yucatán, a cinco años del inicio del proyecto. La titular de la Semarnat, Alicia Bárcena, explicó que es necesario implementar un plan de restauración integral que aborde diversos aspectos, como el retiro de mallas innecesarias que dificultan el paso de animales y la mejora de los pasos para fauna existentes.
Plan de restauración integral
El plan, que está en desarrollo, incluirá varias acciones, entre las que destacan la reforestación de las zonas afectadas y la colaboración con comunidades locales para regenerar el ecosistema forestal. Además, las autoridades tienen previsto restaurar los manglares degradados en la península y trabajar con productores locales en la regeneración de la selva. También se está elaborando un esquema para la conservación del área natural y una posible declaratoria de área protegida para el sistema de cavernas y cenotes en Quintana Roo. Sin embargo, aún no se ha establecido una fecha para el inicio de las acciones, ni se ha especificado el presupuesto que se asignará a este plan.
Responsabilidad de la restauración
La subsecretaria de Biodiversidad y Restauración Ambiental, Marina Robles, destacó que el costo de este plan de restauración deberá ser cubierto por los responsables de la obra. Según Robles, la restauración debe ser asumida por quienes llevaron a cabo el megaproyecto. “Tiene que pagar quien hizo la obra”, enfatizó.
Reacciones de la sociedad civil
El colectivo Sélvame del Tren, surgido en 2022 para alertar sobre los impactos negativos del proyecto, mostró su satisfacción por la rectificación de las autoridades, pero aseguró que continuarán siendo críticos. A través de un comunicado, el colectivo expresó su apertura al diálogo, pero recalcó su compromiso con la denuncia y la colaboración para evitar más daños ecológicos. “Lo que más nos interesa es evitar más ecocidio y mitigar la mayor cantidad del daño”, señalaron.
El Tren Maya y su impacto ambiental
Desde su concepción, el Tren Maya ha sido uno de los proyectos más controvertidos de la administración del presidente Andrés Manuel López Obrador, enfrentando múltiples desafíos ambientales. La obra ha ocasionado la tala de millones de árboles y ha representado una amenaza constante para la biodiversidad de la región. En 2024, un tribunal federal ordenó suspender las obras del Tramo 5 Sur en Quintana Roo debido a las afectaciones al subsuelo, obligando al Gobierno a entregar estudios científicos que justificaran el cumplimiento de las leyes ambientales. A pesar de las acciones legales y críticas de organizaciones ambientalistas, la construcción del proyecto continuó.
Hoy, las autoridades han rectificado su postura y reconocido los impactos negativos del Tren Maya, anunciando un plan de restauración, aunque aún no se han definido los detalles específicos sobre su ejecución.
La Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) ha reconocido oficialmente los daños ecológicos causados por la construcción del Tren Maya en la Península de Yucatán, a cinco años del inicio del proyecto. La titular de la Semarnat, Alicia Bárcena, explicó que es necesario implementar un plan de restauración integral que aborde diversos aspectos, como el retiro de mallas innecesarias que dificultan el paso de animales y la mejora de los pasos para fauna existentes.