CIUDAD DE MÉXICO, MÉXICO.- En una votación acelerada y sin pasar por los trámites ordinarios en comisiones, la mayoría de Morena en el Senado de la República aprobó en lo general las reformas a la Ley General de Aguas y a la Ley de Aguas Nacionales, con las que el oficialismo promete frenar el acaparamiento del recurso, eliminar el mercado negro de concesiones entre particulares y conformar un fondo de reserva administrado por el Gobierno Federal.
Los grupos de oposición sostuvieron lo contrario: afirmaron que estas modificaciones buscan concentrar poder político en manos de Morena y otorgarle mayor control sobre el acceso al agua y la tierra, especialmente para agricultores y campesinos.
La votación cerró con 85 votos a favor por parte de Morena, PT y PVEM, frente a 36 en contra de legisladores del PAN, PRI y Movimiento Ciudadano. El dictamen fue avalado en los mismos términos que la minuta enviada esa misma tarde por la Cámara de Diputados. Se prevé que las más de veinte reservas planteadas sean desechadas para remitir el proyecto a la titular del Ejecutivo federal.
La aprobación ocurrió luego de que Adán Augusto López Hernández, coordinador de la mayoría en el Senado, se negara a recibir a productores del campo que manifestaron su preocupación por lo que consideran una afectación al derecho de heredar tierras con concesiones de agua.
Las reformas establecen que las concesiones no podrán transmitirse entre particulares, se eliminan los cambios de uso, y las prórrogas se otorgarán por un periodo igual al originalmente asignado, sin tomar en cuenta la disponibilidad del recurso. También se crea un Registro Público Nacional del Agua, que deberá incorporar el padrón de núcleos agrarios y los sistemas comunitarios de abastecimiento.
Asimismo, se instituye el Fondo de Reserva de Aguas Nacionales, mediante el cual el Gobierno podrá reasignar volúmenes a partir de recursos recuperados por extinción, cesión voluntaria o ejercicio de derechos preferentes. Sobre la herencia y compraventa de tierras, el dictamen aclara que los derechos de agua se mantienen en ambos casos.
“Es una buena noticia para quienes abren la llave y no sale nada; no lo es para quienes hicieron del agua un negocio”, expresó el senador morenista Manuel Huerta, al destacar la necesidad de garantizar transparencia y criterios de sustentabilidad en la reasignación del recurso.
Desde el PAN, Verónica Rodríguez acusó a Morena de disfrazar estas reformas de un avance en derechos humanos cuando, en realidad, otorgan al Gobierno la capacidad de decidir discrecionalmente qué concesiones se conservan, cuáles se reducen y cuáles se pierden, lo que —advirtió— podría devaluar tierras agrícolas y convertir el agua en una herramienta política.
Por Movimiento Ciudadano, Luis Donaldo Colosio señaló que los cambios “abren la puerta a más control gubernamental sin contrapesos reales”, generan incertidumbre en el campo mexicano y concentran atribuciones en la Conagua sin reglas claras para la ciudadanía.
Aunque el Senado tenía prevista una sede alterna por posibles protestas de productores, la sesión finalmente se llevó a cabo en su recinto de Paseo de la Reforma, donde no se registraron bloqueos. Elementos de la Guardia Nacional y de la Secretaría de Seguridad de la Ciudad de México mantuvieron un operativo de resguardo en los alrededores.
