El Senado de la República ha decidido restringir el acceso de ciudadanos ajenos al recinto legislativo para asegurar que las sesiones se desarrollen de manera segura. Esta decisión fue comunicada mediante un aviso firmado por el presidente de la Cámara Alta, Gerardo Fernández Noroña, y se fundamenta en el artículo 61 de la Constitución y el 310 del Reglamento del Senado.
El aviso establece que solo se permitirá el ingreso a aquellos que laboren en la Cámara de Senadores o que actúen como enlaces legislativos. “Se suspende el acceso a ciudadanos que no laboren en esta Cámara de senadores”, indica el documento, con el fin de garantizar “el desarrollo libre y seguro de las sesiones ordinarias”.
Esta medida surge tras los disturbios ocurridos el 10 de septiembre, cuando manifestantes opositores a la reforma del Poder Judicial lograron ingresar al pleno del Senado, interrumpiendo la sesión. Como consecuencia, los legisladores tuvieron que trasladar la discusión a la Antigua Casona de Xicoténcatl, donde finalmente se aprobó la reforma judicial.
Además, durante la discusión de la reforma en la Cámara de Diputados, trabajadores del Poder Judicial también se manifestaron, impidiendo el acceso al recinto legislativo en San Lázaro. Esto obligó a los diputados a sesionar en la Sala de Armas de la Magdalena Mixiuhca.