El subsecretario de Salud, Hugo López-Gatell, y el titular de la Comisión Federal para la Protección Contra Riesgos Sanitarios (Coferpis), José Alonso Novelo Baeza, no pudieron terminar su tercera intervención en su comparecencia en el senado. El presidente de la Comisión de Salud, Miguel Navarro, decidió suspender la sesión cuando la legisladora panista Martha Márquez mostró una pancarta en la que acusaba de inepto a López Gatell.
La oposición ya le había hecho diversos reclamos a los dos funcionarios por lo que consideran un mal manejo de la pandemia y del abasto de medicamentos, como los oncológicos.
Verónica Delgadillo García, de Movimiento Ciudadano, aseguró que “el manejo de la epidemia en el país ha sido un verdadero desastre, ha estado lleno de omisiones, de negligencias y de errores. Ojalá que todo eso quedará ahí, pero estamos hablando de vidas, de miles y miles de personas que perdieron todo lo que tenía, incluso un ser querido”.
La senadora aseguró que desde el inició de la pandemia estaba claro que las cosas no iban por buen camino, “por eso el 16 de marzo pedí públicamente su renuncia como subsecretario y como responsable de la contingencia del coronavirus, porque usted demostró desde ese momento su falta de seriedad, que en un momento tan crítico como el que vivimos usted iba a poner a la política por encima de la ciencia, de la salud y la vida, porque demostró tener una preocupación mayor de quedar bien con su jefe, el presidente”.
Delgadillo García le dijo a Gatell que se había lavado las manos de su juramento como médico y “eso lo hace a usted un criminal. Criminal es no haber preparado a nuestro país durante los tres meses que tuvo antes de la llegada del coronavirus. Criminal es no haber atendido las recomendaciones nacionales e internacionales de hacer pruebas, pruebas y más pruebas. Criminal es haberle dicho a la gente que el cubrebocas no era útil, cuando sí lo era. Y ahora lo promueve porque ya no le quedó de otra, pero ni siquiera es capaz de lograr que el presidente lo utilice. Criminal es haber terminado la jornada de sana distancia antes de tiempo. Criminal es que México sea el primer país con más muertes de personal médico”.
La legisladora le preguntó ¿cuántas muertes más valen su renuncia? Porque parece que 83 mil no son suficientes. ¿Qué hace falta para que renuncie por dignidad o al menos por respeto a su profesión y al momento crítico que estamos viviendo en México? ¿Qué hace falta para que esta pesadilla pare?”
Por parte del PRI, la senadora Silvana Beltrones Sánchez, secretaria de la Comisión de Salud, señaló que desde el inicio de la pandemia se ha presentado un baile de datos y pronósticos. “¿No valdrá la pena aumentar el número de pruebas y así tener una valoración realista de la situación antes de llegar a las 100 mil muertes?”.
La senadora reprochó que “en medio de una crisis por el desabasto resulta que ahora 32 mil medicamentos oncológicos desaparecen”, y pidió aclarar cuánto tiempo tarda la Cofepris en otorgar un registro sanitario y cómo están resolviendo el tema de distribución si le están comprando a los laboratorios extranjeros.
Mientras la senadora del PAN Alejandra Noemí Reynoso Sánchez cuestionaba sobre que habían caído los niveles de vacunación en el país, así como que la escala de la pandemia por el covid estaba subestimada y poco reconocida en México, la senadora Xóchilt Gálvez desplegó una lona en tanto otros senadores de su partido como Lilly Téllez, mostraban en sus curules carteles con las frases: Basta de mentiras y existen otros datos.
Sobre el robo de medicamentos oncológicos, la también senadora panista Martha Márquez lanzó, dirigiéndose al titular de Cofepris: “Doctor Novelo, ¿sabe quién es el que se robó los medicamentos oncológicos? Usted, usted y el subsecretario y el presidente, sí, señores, sí, porque ustedes decidieron realizar este desastre con Novag”.
Esos medicamentos, agregó, “que hoy le faltan a los niños con cáncer se los robaron ustedes porque así es el servicio público, porque ustedes decidieron en todos los ámbitos iniciar este desastre con los medicamentos y con esta empresa Novag. Y pues que le digo, señor comisionado, usted es responsable del desabasto, usted es el culpable”, lanzó la senadora, sin aclarar a qué se refería en específico con el desastre de Novag.
Novelo, por su parte, señaló que la Cofepris en las administraciones pasadas estaba llena de corrupción y que se permitió comercializar medicamentos que no tenían registro sanitario ni en sus países de origen.
“En el Comité de Moléculas Nuevas, conformado ahora por especialistas libres de conflictos de interés y que evalúan productos que vienen de otros países, en administraciones pasadas entraban a evaluación productos que no tenían registro sanitario en el país de origen, lo cual es increíble y al mismo tiempo ingresaban productos que no tenían probada eficacia”.
López-Gatell, por su parte, dijo que no perdía la esperanza de que los que planteaban eso pruebas, pruebas, pruebas, y el cubrebocas vean la evidencia, vean las conferencias vespertinas de las que se han hecho 220.
“Les invitamos nuevamente a que se integren, con todo respeto, que esta disonancia cognoscitiva no les haga mantenerse en el reducto de la minoría, de la autorrepresentación de su papel minoritario en la conciencia pública, les invitamos a ser parte de la solución. Lamento que se sustraiga de la realidad, veo curules vacías nuevamente, como en la comparecencia de mi maestro Alcocer, pero no perdemos la esperanza”.
En ese momento el subsecretario señaló que la senadora Martha Márquez iba a abandonar la sesión y preguntó con sorna si se llevaría las mantas que ella y Gálvez habían colocado, pero en lugar de salir del salón, Marquez se dirigió a él, le dio gel antibacterial y sostuvo una pancarta en la que se emulaba las advertencias que tiene que tener ahora los alimentos y bebidas, aunque en la pancarta se advertía sobre la supuesta ineptitud del subsecretario.
Ante eso, el presidente de la Comisión de Salud suspendió la comparecencia y los funcionarios ya no pudieron concluir su tercera intervención.
Fuente: AGENCIAS – ANIMAL POLÍTICO