Este martes, el Senado de la República ha dado luz verde al ingreso de un contingente de tropas del Ejército de los Estados Unidos a territorio mexicano para llevar a cabo diversas actividades de capacitación con las fuerzas armadas mexicanas. La autorización, que abarca múltiples ejercicios y entrenamientos en diferentes estados, ha generado un intenso debate y controversia tanto en el ámbito legislativo como entre la opinión pública.
La primera solicitud aprobada contempla el ingreso de 220 elementos del Ejército estadounidense, acompañados de tres aeronaves tipo HH-60M y una aeronave tipo CH-47F, quienes llevarán a cabo el ejercicio “Fuerzas Amigas 2024” en Ciudad Juárez, Chihuahua, del 24 al 28 de junio de 2024.
Por otra parte, se ha autorizado la llegada de 16 elementos de las Fuerzas Especiales del Ejército de los Estados Unidos para realizar actividades relacionadas con la mejora de la capacidad contra armas de destrucción masiva en el Campo Militar 37-B “Cap. José Vicente Villeda Perea”, del 22 de julio al 9 de agosto de 2024.
Una tercera solicitud ha sido aprobada para el ingreso de 180 elementos de la Compañía de Paracaidistas de la 82 división aerotransportada del Ejército de los Estados Unidos, quienes llevarán a cabo el “Ejercicio Especializado Conjunto 2024” en Santa Gertrudis, Chihuahua, del 15 de julio al 3 de agosto de 2024.
Además, se ha dado luz verde para que 12 elementos del Séptimo Grupo de Fuerzas Especiales de los Estados Unidos lleguen a Tapachula, Chiapas, para capacitar al personal de la Unidad de Operaciones Especiales de la Secretaría de Marina (Semar) en habilidades, técnicas y tácticas inherentes a operaciones especiales. Este entrenamiento se llevará a cabo del 21 de mayo al 27 de junio de 2024.
Asimismo, otros ocho elementos del séptimo Grupo de Fuerzas Especiales de los Estados Unidos estarán en Tapachula, Chiapas, del 31 de mayo al 29 de junio, brindando capacitación adicional al personal militar mexicano.
La llegada de tropas estadounidenses con armamento, municiones y equipamiento especial ha despertado preocupación y cuestionamientos entre diversos sectores de la sociedad mexicana, quienes demandan transparencia y claridad sobre los objetivos y alcances de esta colaboración militar. La autorización del Senado refleja la delicada situación política y de seguridad que enfrenta México, así como las complejas relaciones bilaterales con su vecino del norte.