
Los senadores mexicanos se posicionan como los segundos mejor pagados en América Latina, con un salario mensual neto de 131,700 pesos, equivalente a aproximadamente 9,666 dólares brutos. Este ingreso los coloca solo por debajo de los congresistas colombianos, quienes perciben alrededor de 11,884 dólares mensuales. El aumento salarial para los legisladores mexicanos representa un incremento de casi 5,000 pesos respecto al año anterior, consolidando una tendencia al alza que se ha mantenido desde 2020.
En total, los 128 senadores de México recibirán un salario anual superior a los 2.2 millones de pesos, además de prestaciones como aguinaldo, aportaciones a la seguridad social y seguros de vida institucional. Este aumento salarial ha generado debate público debido a su magnitud, especialmente en un contexto donde la austeridad y la eficiencia en el gasto público son temas recurrentes en el país.
Históricamente, el salario de los senadores ha mostrado una tendencia creciente desde el año 2000, cuando la dieta mensual neta era de poco más de 47 mil pesos. Durante la década pasada hubo fluctuaciones, pero en los últimos años se ha registrado un aumento constante, alcanzando su máximo histórico en 2025. Aunque el Senado está obligado a publicar estas remuneraciones, la reciente alza ha llamado la atención por ser la más alta en la era de la Cuarta Transformación.
Este nivel salarial coloca a los senadores mexicanos en una posición destacada dentro de la región, superando a legisladores de otros países latinoamericanos, salvo Colombia. La discusión sobre el salario de los servidores públicos continúa siendo un tema relevante en la agenda nacional, en especial en relación con la percepción social y la rendición de cuentas.










