La presidenta de México, Claudia Sheinbaum, expresó su firme oposición al impuesto del 3.5% a las remesas enviado por migrantes desde Estados Unidos, aprobado por la Cámara de Representantes estadounidense. Durante un evento en San Luis Potosí, Sheinbaum advirtió sobre posibles movilizaciones si la medida avanza en el Senado, calificándola de injusta y discriminatoria.
Sheinbaum destacó que los mexicanos en EE.UU. “trabajan duro y pagan sus impuestos”, y que es injusto que además se les imponga un gravamen por enviar dinero a sus familias. Hizo un llamado a los migrantes a manifestar su inconformidad mediante cartas y mensajes a los senadores estadounidenses.
El impuesto, originalmente propuesto al 5% y reducido al 3.5%, afectaría a millones de migrantes y sus familias en América Latina. México, que recibió casi 65 mil millones de dólares en remesas en 2024, sería uno de los países más impactados. Las remesas representan el 3.7% del PIB mexicano y son vitales para estados como Michoacán, Guerrero y Chiapas.
La presidenta subrayó que los migrantes mexicanos no solo sostienen la economía de México, sino también la de Estados Unidos, y reiteró su compromiso de defender sus derechos y bienestar.
