La presidenta Claudia Sheinbaum ha reconocido que el diálogo de alto nivel con las próximas autoridades de Estados Unidos podría no ser suficiente para frenar las políticas migratorias del presidente electo, Donald Trump, quien ha amenazado con llevar a cabo deportaciones masivas de migrantes mexicanos.
Durante una conferencia de prensa, Sheinbaum destacó la importancia de los migrantes en la economía estadounidense, afirmando que “cada trabajo que hacen, desde el trabajo en el campo, siete de cada 10 trabajadores agrícolas son mexicanos nacidos en México o de segunda generación”. Resaltó que “no comería Estados Unidos si no fuera por las y los trabajadores del campo mexicanos”, subrayando su contribución al desarrollo de la nación vecina.
Ante la posibilidad de estas deportaciones, Sheinbaum anunció que su gobierno está elaborando un plan para manejar la situación en ambos lados de la frontera. La Secretaría de Relaciones Exteriores, bajo la dirección de Juan Ramón de la Fuente, está trabajando en el fortalecimiento de los consulados mexicanos en Estados Unidos. Esto incluye la reducción de trámites, la digitalización de servicios y una atención más personalizada y jurídica para los migrantes.
Además, la presidenta adelantó que se están preparando condiciones para recibir adecuadamente a los mexicanos que puedan ser deportados. “Vamos a hablar ya con los gobernadores de la frontera, porque, si se llegan a dar estas deportaciones, nosotros tenemos que recibir bien a nuestros connacionales”, afirmó.
El martes, Sheinbaum encabezó una reunión en Palacio Nacional con miembros de su gabinete, incluidos los titulares de Gobernación, Defensa, Marina, Bienestar, Agricultura y del Instituto Nacional de Migración, para coordinar un plan intersecretarial que aborde la posible crisis migratoria tras la asunción de Trump. La mandataria enfatizó la necesidad de estar preparados para proteger y apoyar a los migrantes mexicanos en caso de que se materialicen estas amenazas.
