En su conferencia matutina del 4 de octubre, la presidenta Claudia Sheinbaum criticó la decisión de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) de analizar la reforma al Poder Judicial, calificándola como un “golpe aguado”. Sheinbaum argumentó que no existe sustento constitucional para que la Corte modifique la reforma, reafirmando que el pueblo ha decidido y que su gobierno tiene la responsabilidad de servir a la ciudadanía.
La controversia surgió tras la aprobación por parte de los ministros de un proyecto que permite el análisis de quejas contra la reforma judicial. Sheinbaum defendió la validez de la reforma y la elección de jueces, magistrados y ministros, a pesar de las acciones de la SCJN. “No peligra la reforma al Poder Judicial”, afirmó, destacando que el mandato popular debe prevalecer.
La presidenta también rechazó la posibilidad de un juicio político contra los ministros, sugiriendo que su objetivo es demostrar que su administración es autoritaria. “No vamos a caer en ninguna provocación”, subrayó, insistiendo en que su gobierno es democrático y fue electo por el pueblo.
Sheinbaum señaló que hay un grupo de ministros, encabezados por la presidenta de la Corte, Norma Piña, que busca frenar la transformación del país, lo que intensifica el debate sobre la independencia del Poder Judicial y su relación con el Ejecutivo. La presidenta concluyó reiterando su compromiso con la reforma y su obligación de seguir adelante en beneficio del pueblo mexicano.