La Presidenta Claudia Sheinbaum celebra sus primeros 100 días al frente del gobierno mexicano, enfrentando una serie de retos significativos, incluyendo la llegada de Donald Trump a la presidencia de Estados Unidos, un aumento alarmante de la violencia en el país, y la implementación de reformas clave que han generado controversia.
Desde el inicio de su administración, la relación entre México y Estados Unidos ha sido tensa, especialmente ante las amenazas de Trump de imponer aranceles del 25% a productos mexicanos, acusando a México de no controlar el tráfico de migrantes y drogas. A pesar de haber enviado una carta a Trump y mantenido conversaciones telefónicas, la mandataria se prepara para defender a los mexicanos en EE. UU. y ha comenzado a implementar medidas preventivas en México ante posibles deportaciones masivas.
En cuanto a la seguridad, Sheinbaum ha tenido que lidiar con un incremento de la violencia en diversos estados, como Guanajuato y Guerrero, donde la guerra entre facciones del Cártel de Sinaloa ha dejado un saldo trágico. Con más de 7,000 homicidios dolosos registrados en este periodo, la Presidenta ha cambiado la estrategia de seguridad, alejándose de la política de “abrazos, no balazos”, y ha lanzado operativos como el “Operativo Enjambre”, que ha resultado en la detención de funcionarios vinculados a organizaciones criminales.
En el ámbito legislativo, Sheinbaum ha respaldado la aprobación de 16 reformas constitucionales que han reducido los contrapesos al poder Ejecutivo y Legislativo, generando críticas sobre la concentración de poder en Morena. Entre estas reformas se incluye la controvertida modificación al Poder Judicial que permite someter a los jueces a votación popular.
A pesar de estas reformas, la Presidenta ha tratado de imprimir su propio sello a la administración, estableciendo nuevas secretarías y manteniendo programas sociales del gobierno anterior, mientras al mismo tiempo evalúa otros planes, como el de Mexicana de Aviación.
Por último, en el ámbito político, Sheinbaum ha tenido que gestionar la cohesión dentro de su partido, Morena, enfrentando tensiones internas y buscando mantener lealtades entre sus aliados. Su relación con la Oposición ha sido distante, delegando el diálogo a su Secretaria de Gobernación, Rosa Icela Rodríguez.
Con estos desafíos en su camino, Claudia Sheinbaum continúa su gestión, buscando equilibrar la continuidad de políticas anteriores con la necesidad de implementar cambios significativos en su administración.
