En una reciente conferencia de prensa en Querétaro, la presidenta de México, Claudia Sheinbaum, dejó claro que no llevará a cabo reuniones o diálogos con representantes de la oposición, excepto con los gobernadores. Afirmó que su prioridad es “dialogar con el pueblo” y que cualquier acercamiento por parte de la oposición deberá realizarse a través de la Secretaría de Gobernación, encabezada por Rosa Icela Rodríguez.
Sheinbaum destacó que la titular de la Segob tiene la responsabilidad de comunicarse con los diferentes grupos parlamentarios, aunque subrayó que debe existir una relación de respeto mutuo. Rechazó la posibilidad de establecer una relación más cercana con los partidos opositores, indicando que la dinámica será similar a la del gobierno del expresidente Andrés Manuel López Obrador.
Esta postura se presenta 12 días después de su toma de protesta en la Cámara de Diputados, donde la mandataria omitió mencionar a sus adversarios políticos, lo que generó descontento entre los líderes de oposición. Marko Cortés, dirigente nacional del PAN, la acusó de no “extender la mano” para construir un mejor país.
Las tensiones entre el partido oficialista y la oposición han aumentado en los últimos días, especialmente tras la aprobación de las leyes secundarias de la reforma judicial y el sorteo para determinar los cargos de juzgadores que participarán en las elecciones de 2025 y 2027. En este contexto, solo los legisladores del PRI estuvieron presentes en el sorteo realizado en el Senado, mientras que los senadores del PAN y Movimiento Ciudadano se ausentaron.
En otro ámbito, Claudia Sheinbaum también dio el banderazo para iniciar los trabajos preliminares de la construcción del tren de pasajeros México-Querétaro, que tendrá una extensión de 225 kilómetros y contará con tres estaciones. El gobernador de Querétaro, Mauricio Kuri, participará en las obras, solicitando apoyo para mejorar la infraestructura de agua y energía eléctrica en la región.
