La presidenta de México, Claudia Sheinbaum, anunció la posibilidad de que el gobierno imponga aranceles a productos provenientes de países con los que no exista un tratado de libre comercio vigente. Esta medida tendría como objetivo principal proteger los acuerdos comerciales preferenciales que México ha establecido con diversas naciones a lo largo de los años.
La iniciativa busca crear condiciones equitativas para los productos mexicanos tanto en el mercado interno como en los internacionales. Al establecer aranceles a países sin tratados comerciales, el gobierno pretende evitar que ingresen al territorio nacional mercancías en condiciones ventajosas que puedan afectar a la industria local que sí cumple con los acuerdos establecidos.
Esta política comercial forma parte de una estrategia broader para fortalecer la posición negociadora de México en el escenario global. La medida incentivaría a otras naciones a establecer acuerdos formales de comercio con México, lo que a su vez crearía marcos legales estables para el intercambio de bienes y servicios.
El anuncio ha generado reacciones diversas entre sectores económicos, algunos de los cuales ven esta posibilidad como una herramienta de protección para la producción nacional, mientras que otros expresan preocupación por posibles afectaciones a las cadenas de suministro y a los precios de algunos productos.
El gobierno enfatizó que esta medida se aplicaría de manera selectiva y estratégica, después de un análisis cuidadoso de cada caso particular y siempre dentro del marco de los acuerdos internacionales suscritos por México. La implementación de estos aranceles dependerá de evaluaciones específicas sobre el impacto comercial con cada país.
