CIUDAD DE MÉXICO, MÉXICO.- Tras el acto masivo en el Zócalo capitalino por el aniversario de los 7 años de la Cuarta Transformación, la presidenta Claudia Sheinbaum afirmó que su Gobierno “nunca aceptaría” la entrega de dádivas a cambio de asistencia a eventos públicos. En conferencia mañanera, sostuvo que una práctica de ese tipo sería incompatible con los principios de su administración.
“Nunca aceptaríamos eso, siempre hemos estado en contra de cualquier dádiva a cambio de participar en un evento. Eso no debe ocurrir, y además no hubiera habido el entusiasmo que vimos si hubiera mediado algún tipo de compra”, declaró.
El sábado, la plancha del Zócalo fue ocupada desde la madrugada por contingentes sindicales que recordaron los despliegues corporativos de épocas anteriores. Entre los grupos más numerosos se encontraban el SNTE y la CATEM, seguidos de electricistas, petroleros, telefonistas, ferrocarrileros, burócratas y organizaciones como la CROC y la CTM, quienes llegaron antes de las 2 de la mañana para asegurar espacios.
Previo al arribo de Sheinbaum al templete, las agrupaciones libraron su propia disputa territorial, marcando áreas con cintas improvisadas y banderas, en escenas similares a los tradicionales desfiles priistas de los años ochenta. Cada bloque defendió su sitio como símbolo de su peso político dentro del actual régimen.
Ya desde Palacio Nacional, la Presidenta reiteró que su Gobierno no utiliza incentivos para convocar movilizaciones y que el entusiasmo observado el domingo refleja un respaldo genuino.
“Eso se nota de inmediato. No hubiera habido la cantidad de gente ni la energía que vimos si esa hubiera sido la forma de convocatoria”, sostuvo.
