La presidenta Claudia Sheinbaum dará a conocer este martes su estrategia para abordar la grave crisis de seguridad que enfrenta México, en un contexto marcado por el reciente y brutal asesinato del alcalde de Chilpancingo, Alejandro Arcos. Este trágico suceso, que ha conmocionado al país, ocurrió solo seis días después de que Arcos asumiera su cargo, reflejando la alarmante violencia que azota al estado de Guerrero.
Se espera que el plan de Sheinbaum priorice el restablecimiento de la ley y el orden en las zonas más afectadas por la violencia relacionada con los cárteles de la droga y el crimen organizado. Según un miembro del gabinete de seguridad que prefirió permanecer en el anonimato, la primera fase del plan se enfocará en reducir los homicidios y otros delitos de alto impacto en diez áreas críticas, que representan al menos una cuarta parte de los homicidios vinculados al crimen organizado. Entre estas zonas se encuentran las ciudades de Colima, Tijuana, Acapulco y Celaya.
Además, el Chiapas, un corredor migratorio y escenario de conflictos entre poderosos cárteles, será objeto de operativos de seguridad permanentes y programas de bienestar que buscan promover la paz en la región.
El anuncio de Sheinbaum se produce en un momento crucial, donde se presenta como una oportunidad para diferenciarse de su predecesor, el expresidente Andrés Manuel López Obrador. Este último fue criticado por su estrategia de “abrazos, no balazos”, que muchos opositores consideran que permitió la expansión de los grupos criminales.
La investigación sobre el asesinato de Arcos está en marcha, con el objetivo de determinar el móvil del crimen y llevar a cabo las detenciones necesarias. En su conferencia de prensa matutina, Sheinbaum también destacó la importancia de mejorar la coordinación con gobernadores y fiscalías, y mencionó la posibilidad de enviar a la Guardia Nacional a las áreas más afectadas.
