El gasto de las familias mexicanas para adquirir una despensa básica aumentó hasta 25.5 por ciento en promedio durante 2021, según cifras del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).
Esta alza es superior hasta en poco más de tres veces a la tasa de la inflación general anual registrada al cierre del año pasado, de 7.36 por ciento.
Valeria Moy, directora general del Instituto Mexicano para la Competitividad (Imco), detalló que de diciembre de 2020 al mismo mes de 2021, el tomate verde, que se ve en todas las salsas, subió 91.0 por ciento; el limón, 90.1 por ciento; el chile serrano, 68 por ciento; el jitomate, 49.9 por ciento; el aguacate, 43.96 por ciento y la cebolla 29.76 por ciento, por mencionar algunos de los productos más utilizados en una cocina.
Irma González, quien hasta noviembre se había dedicado sólo a las labores del hogar, pero el encarecimiento de los precios la obligó a trabajar de empacadora en una tienda, dijo que “estamos hablando de una despensa muy básica, que ni siquiera considera el pago del agua, la luz y el gas”.
La despensa de esta familia, compuesta por Irma, su marido, una hija y dos nietos, está integrada por 19 productos, la mitad de los 40 incluidos en la canasta básica del programa administrado por la Seguridad Alimentaria Mexicana.
Huevo, leche, pollo, jitomate, cebolla, tomate verde, chile serrano, calabaza, papa, aguacate, limón, son algunos suministros que esta familia trata de consumir.
Juan Carlos Anaya, director del Grupo Consultor de Mercados Agrícolas, refirió que los precios promedio de la canasta básica reportan un alza de 9.8 por ciento anual, en el sector pecuario, que incluye carnes y proteínas, subió 7.3 por ciento; los granos, donde está la tortilla y el pan, aumento 3.3 por ciento; de manera relevante en frutas, con 32 por ciento; y hortalizas casi 126 por ciento.
