Ciudad de México, 12 de junio de 2025 – Al cierre de 2024, México superó la cifra de 150 836 personas a quienes se les concedió refugio, ubicándose como el cuarto país de América con más reconocimientos de protección internacional . Además, otras 266 710 personas permanecen en espera de una respuesta. Este flujo creciente plantea un reto humanitario y administrativo significativo para las autoridades.
Los solicitantes provienen principalmente de países afectados por violencia y crisis: Centroamérica (El Salvador, Honduras, Guatemala) y otras regiones como Venezuela, Haití y Cuba. Desde 2018, estas nacionalidades han sido las más frecuentes en solicitudes presentadas ante la Comisión Mexicana de Ayuda a Refugiados (Comar), tanto en oficinas centrales como en sedes estatales como Iztapalapa, CDMX.
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Procesos burocráticos: Las solicitudes se someten a revisión jurídica y administrativa, con periodos de espera que pueden extenderse varios meses o incluso años debido a la alta demanda.
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Infraestructura y presupuesto limitados: La Comar ha tenido que expandirse, pero sus recursos aún son insuficientes para atender la creciente carga. Esto se traduce en largas filas, retrasos y limitaciones en servicios de acompañamiento.
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Impacto social: Las personas refugiadas enfrentan barreras lingüísticas, falta de empleo formal, acceso limitado a salud y educación, y en algunos casos, discriminación o condiciones de vivienda precarias.
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Compromisos internacionales: México ha firmado pactos globales como el Acuerdo de Cartagena y el Pacto Mundial sobre Refugiados, comprometiéndose a ofrecer protección efectiva. Sin embargo, la realidad muestra cuellos de botella en la implementación.
Buenas noticias y tendencias
A pesar de los retos:
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La cifra de reconocimientos sigue en ascenso, lo que refleja una postura más solidaria del estado mexicano frente crisis migratorias.
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ONG y organismos internacionales, como ACNUR, colaboran para fortalecer la capacidad de atención, lo que ha permitido agilizar ciertos procesos y ampliar la oferta de seguimiento psicosocial y legal.
