El trabajo que realizan quienes desempeñan labores domésticas permite que maestros, licenciados, doctores e ingenieros, entre otros profesionistas, lleven a cabo su trabajo; sin embargo, aún existe discriminación para las trabajadoras del hogar, señaló la secretaria general colegiada del Sindicato de Trabajadores y Trabajadoras del Hogar en la Ciudad de México, Marcelina Bautista.
“Tú puedes hacer lo que tú quieres porque tienes a una persona que realiza el trabajo que no puedes o no quieres hacer, pero a veces se te olvida que ella tiene derechos, que ella también sufre, que tiene hijos y padres que atender y no es de tu familia y debes establecer una relación laboral muy clara para que ella tenga acceso a los derechos que marca la ley”, explicó a Notimex.
En entrevista posterior al encuentro “Reconstruir con Inclusión. Ante los desastres naturales, la inclusión nos hace fuertes”, organizado por el Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación (Conapred), detalló que en dicho sindicato, conformado en agosto de 2015, busca visibilizar y hacer un análisis de la situación de las trabajadoras del hogar en el país.
La organización sindical, que en la actualidad opera en nueve estados, como Puebla, Colima, Chiapas, Estado de México, Veracruz, Monterrey y Baja California, por mencionar algunos, busca dar a conocer a estas personas sus derechos en materia laboral, así como la importancia de establecer una relación clara de las actividades a desempeñar.
Bautista, quien a los 14 años comenzó a trabajar limpiando casas, determinó que ese era un trabajo que no le agradaba desempeñar, principalmente porque no le permitía estudiar, y tras siete años previos de trabajos para visibilizar los derechos de las empleadas del hogar busca principalmente que estas mujeres sean incorporadas a la seguridad social e incluir sus derechos laborales.
La organización, explicó, conglomera en la actualidad a mil 500 personas que se dedican a trabajos domésticos; sin embargo, puntualizó que en México existen al menos 2.4 millones de trabajadoras, por lo que es importante visibilizar la situación de aquellas que no se pueden organizar y no conocen sus derechos.
Uno de los principales factores por los que las personas que realizan trabajo doméstico no reclaman sus derechos laborales, dijo, es debido a que no los conocen, aunado a que los empleadores tampoco tienen un referente de ley a consultar respecto a sus obligaciones.
Recordó que tras los sismos de septiembre pasado se comenzó a evidenciar lo que ya se sabía y muchos de los empleadores desconocían el nombre de sus trabajadoras, por lo que además es necesario contar con un registro de quienes se dedican a esta labor y la importancia del trabajo que ellas desarrollan.
Una de las causas que generan discriminación para estas personas se debe a que la labor en el hogar es un trabajo no reconocido, aunado a que en su mayoría, son las mujeres quienes lo realizan, aunado a que una buena parte de las personas lo ve como que se debe hacer de manera gratuita.
Pareciera que nos hacen un favor al darnos alimentación, casa, y otros servicios, sin embargo la ley contempla que si alguien trabaja en una casa es obligación del empleador proporcionar ese servicio, no es que las señoras, los señores, nos los estén regalando, pero ellos lo interpretan así y entonces nos pagan muy poco diciendo que ahí vivimos, ahí comemos y ahí tenemos los demás servicios, no es así es ‘si tú me necesitas de planta, me tienes que dar las condiciones’”, puntualizó.
Los empleadores no reconocen los derechos de quienes hacen trabajos de limpieza en las casas y consideran que les hacen un favor al contratarlas, refirió al señalar que son los empleadores los que requieren los servicios de las trabajadoras del hogar.
Añadió que uno de los avances del sindicato es que ya existe un contrato de trabajo y en la actualidad se realiza la campaña “Trabajo digno, por ti, por mí y por todas mis compañeras”, el cual va dirigido tanto a empleadores como a trabajadores para de esta manera conocer sus derechos y obligaciones; además, ofrece un tabulador de salario en el que se especifican actividades y montos económicos a pagar.
Así, precisó que una trabajadora debería ganar por una jornada de ocho horas de trabajo de aseo general 350 pesos, en tanto a que las de planta que ya cuentan con contrato ganan entre ocho mil y nueve mil pesos con las prestaciones, pago de horas extras, así como días de descanso, festivos y periodos vacacionales.
De lo que se trata, dijo, es que este contrato beneficie a ambas partes, y los avances en ese sentido derivan en que los empleadores ya buscan al sindicato para conocer dicho contrato, la ayuda del sindicato consiste en acompañar a las trabajadoras a la firma del mismo y acudir a la Junta local de conciliación y arbitraje para dar constancia del contrato y que éste no se pueda evadir.
No es más que los derechos que tiene cualquier persona, incluso la señora que se va a trabajar y que saben sus horarios y sus días de vacaciones y los exigen, también las trabajadoras del hogar”.
Al respecto, señaló que lo que se busca es que las trabajadoras del hogar sean un sector visible en la sociedad y cuyo trabajo sea valorado y reconocido, añadió que la discriminación para quienes desempeñan trabajos domésticos consiste en que en su mayoría son mujeres quienes lo realizan, aunado al maltrato con el que viven.
Es mujer, es indígena, ya sufrió más en su pueblo y no en una casa en la que al menos tiene casa y comida, pero muchas de las veces es mala comida, un cuarto inseguro y un trato desigual de quienes tienen más”.
Lo anterior, aunado a que el pago que reciben por sus servicios no se ajusta a las labores que desempeñan y en su opinión, a los empleadores les duele más contratar a estas personas y ofrecer un buen pago que el reconocimiento de las labores que realizan.
Existen estigmas para quienes realizan esta labor como el “se va sin avisar”; en este sentido Bautista señaló que en la mayoría de las ocasiones las trabajadoras del hogar dejan sus puestos de trabajo debido al maltrato que enfrentan y lo que buscan es un mejor trato, incluso existen aquellas que prefieren ganar menos por su trabajo a cambio de un trato digno.
“No es posible que una trabajadora cambie su derecho por una condición, cuando la persona tiene que tratarla bien, o tú como persona con toda la educación que tienes, lo mínimo que tienes que hacer es tratar bien a la persona que trabajan en tu casa, que cuidan de tus hijos y que cuidan de tus cosas”.
Fuente: http://www.excelsior.com.mx