Tula, en el estado de Hidalgo, es reconocida no solo a nivel nacional sino también mundial por su alta contaminación, ubicándose entre los lugares más afectados por la polución en el planeta. Según un análisis de la NASA y Greenpeace, la ciudad ocupa el quinto lugar mundial en términos de contaminación, lo que ha generado graves consecuencias para la salud de sus habitantes.
El origen de este problema radica en la red industrial instalada en la región, donde se encuentran la Central Termoeléctrica Ciclo Combinado Tula, la Refinería Miguel Hidalgo, y, hasta su cancelación en 2014, el Centro Petroquímico de Tula. La termoeléctrica, en particular, ha sido catalogada como la planta más contaminante de América Latina, generando impactos nocivos en la calidad del aire y contribuyendo al aumento de enfermedades respiratorias, cardiovasculares y cáncer entre los pobladores.
La comunidad ha denunciado la alarmante cantidad de casos de cáncer y problemas dentales, como la pérdida prematura de dientes en niños, consecuencia directa de la contaminación del aire, agua y suelo. En 2018, la Comisión Nacional del Agua (Conagua) alertó sobre los altos niveles de metales como arsénico y plomo en los pozos de agua utilizados por las comunidades cercanas, poniendo en riesgo la salud pública.
Además, la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris) emitió una declaratoria de emergencia sanitaria en la zona debido a la grave situación, pero hasta el momento, la respuesta oficial ha sido insuficiente. A pesar de los esfuerzos de especialistas y activistas, el deterioro ambiental y la falta de un plan de acción eficaz por parte de las autoridades persisten.
La investigación realizada por México Evalúa también señala la responsabilidad de empresas como Pemex y la CFE, cuya actividad industrial sigue contribuyendo significativamente a la emisión de contaminantes en la región, afectando la salud de los habitantes y el entorno. Sin embargo, aún no se dispone de información detallada sobre el impacto ambiental de estas empresas, lo que dificulta una evaluación precisa y la implementación de estrategias de mitigación.
