A más de tres años de haber sido presentadas, en las Universidades para el Bienestar “Benito Juárez” (UBBJ) aún estudian en salones prestados y a unos 600 alumnos no les han entregado su título, por lo que algunos han tenido que ampararse o recurrir a la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) y al presidente Andrés Manuel López Obrador.
El 1 de julio, cuando el presidente inauguró la refinería en Dos Bocas, una egresada de Derecho de la Escuela de Educación Superior de Comalcalco, Tabasco, fundada por Morena en 2016 e integrada al nuevo sistema, entregó una denuncia por escrito.
No nos han establecido una modalidad de titulación, ya que cada momento modifican el reglamento interno de la escuela”, afirmó en la carta.
En entrevista telefónica, calculó que en su escuela hay unos 60 egresados sin título, y aseveró que tampoco les han querido devolver sus certificados de preparatoria, por lo que les recomendaron ir a pedirlo personalmente a Pátzcuaro, Michoacán, donde está el Organismo Coordinador de esas Universidades (OCUBB), a cargo de Raquel Sosa, que ha recibido 4 mil millones de pesos desde 2019 y que agrupa a 145 sedes con una sola carrera en cada una.
El 29 de abril, la CNDH emitió la Recomendación 75/2022 al Organismo por negarse a entregar los títulos a tres egresados de la sede de Cuauhtémoc.
“Sin causa justificada se les ha postergado la expedición de su título profesional”, concluyó la CNDH.
El 18 de marzo de 2021, otro egresado interpuso el amparo 300/2021 ante el Juez Cuarto de Distrito en Materia Administrativa en la Ciudad de México porque no quieren expedir ni siquiera un certificado.
Estudiantes egresados de la sede en Cuahutémoc aseguraron que en febrero de 2020, en una reunión, Sosa les dijo que no podían reclamar nada: “Son una bola de rechazados”, les habría dicho.
Reforma confirmó que hay alumnos en espera de títulos de Administración Municipal, en San Felipe Jalapa de Díaz, y de Ingeniería en Agronomía, en Zaachila, Oaxaca; de Ingeniería Civil en Texcoco, Estado de México, y en Formación Docente en Educación Básica, en Xochimilco, Ciudad de México.
Las Universidades del Bienestar que ya tienen egresados son las que ya existían antes de 2019, fundadas por Morena.
“Nos traen vuelta y vuelta y la coordinadora Ana Laura Alcántara no contesta las llamadas y cuando vamos se molesta bastante. Dice que ella ya no puede hacer nada y en el centro de atención de las UBBJ tampoco nos dan respuesta”, dijo una egresada de Xochimilco.
En 2019, cuando anunció 100 sedes de las UBBJ, López Obrador calculó que tendrían 96 mil alumnos en su primer año y 300 mil en todo su sexenio. Sin embargo, el 6 de agosto pasado, en la inauguración de la sede en Colima, Sosa aseguró que tenían poco más de 64 mil estudiantes.
Incluso, sostuvo que hay 600 egresados “esperando que el presidente los visite para entregar sus títulos profesionales. Es ‘alguito'”, expresó.
Ese día, López Obrador prometió abrir 55 sedes más y aseguró que todos los egresados tendrán una plaza asegurada en el Gobierno.
En su sitio oficial, el Organismo informa que había 23 sedes que no tienen ni terreno para para construir sus edificios, como en Zaachila o en Xochimilco y al menos 14 seguían en obra negra.
Los alumnos, en tanto, se aferran a las promesa del presidente o en la buena fe aunque en privado plantean sus dudas sobre el futuro que tendrán cuando egresen.
“He escuchado lo de la falta de títulos, pero confío en que si son Universidades del Gobierno al final no habrá problema”, dijo Antonio Guerrero, de 49 años, del séptimo ciclo en Huayacocotla, Guerrero.
En cambio, una alumna de la Licenciatura en Estudios Sociales en Álvaro Obregón, todavía sin edificio, dijo que sólo sigue ahí por la beca de 2 mil 400 pesos durante diez meses pues no cree que sea un proyecto serio.
Los entrevistados calificaron como una buena idea de López Obrador para dar oportunidad a más de 300 mil jóvenes rechazados, aunque lamentan los resultados del proyecto a cargo de Raquel Sosa, a quien ubican como la comadre del presidente y rumoran su pase a la Secretaría de Educación, aunque ella se ha descartado para el cargo.