Antonio González Sánchez, obispo de la Diócesis de Ciudad Victoria, generó gran controversia en las redes sociales luego de que este domingo señaló en su homilía que, “para mí, a nivel personal, el famoso cubrebocas es no confiar en Dios”.
Sobre este tema, el religioso agregó que, “yo entiendo que a lo mejor mañana estoy enfermo, a lo mejor, porque no soy inmune a nada, pero yo generalmente así como ven en mi rostro así ando casi siempre”.
Y agregó: “No es presunción, es gracia de Dios, ando así porque confío mucho en Dios”. Aclaró que no les pedirá que se lo quiten, pero que reflexionen en pedirle a Dios con fe.
Durante la celebración religiosa, González Sánchez leyó un pasaje del Evangelio según San Marcos, en el cual se refiere a la lepra, a lo cual reflexionó que, “en estos tiempos la lepra física ya no existe, pero estamos viviendo otra especie de lepra, la famosa pandemia, y me parece, obviamente puedo estar equivocado, nos está faltando fe, una fe que nos impulse a pedirle a Dios que esto se acabe”.
En las redes sociales surgieron cientos de críticas en contra del Obispo, pero también los comentarios de quienes se manifestaron a favor.
Por ejemplo, Cheko Volks dijo que, “que vaya de visita al hospital Covid a visitar las personas que están internadas”; mientras que David Flores opinó que, “confiar en Dios es una cosa y no usar cubrebocas es otra, hay que usarlo en esta pandemia todos, no importa de qué religión seamos, con todo respeto”.
A favor, Anais Flores aclaró que, “él dijo, para mí, para mí, en ningún momento ustedes lo usan porque no tienen confianza o fe… Y tampoco les da el mandato de no usarlo”.
El obispo dijo que extraña mucho la presencia de más personas a la misa, “muchas personas están llenas de pánico y a mí me parece que el sentir miedo, el estar empanicados es falta de fe, falta de fe en Dios”.
En su homilía manifestó que no niega la situación, “yo sé que eso es necesario (el cubrebocas), lo sé”, pero cuestionó que dónde queda la confianza en Dios.
Invitó a los feligreses a pedirle con fe, de rodillas, a Jesús Sacramentado, pedirle a Dios, “si tú quieres puedes librarnos de esto, y sobretodo pidámosle que nos libre del miedo”.
Y les deseó lo siguiente: “Muy pronto poder verles a ustedes la cara completa y que muy pronto éstas bancas puedan volverse a ocupar”.
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