Los festejos de Año Nuevo no frenaron la violencia en el estado de Veracruz: entre sábado y domingo se han registrados al menos 11 asesinatos, aunque las autoridades han mantenido reservas para pronunciarse respecto a estos casos en los que no se han reportado detenciones.
Excélsior dio cuenta que la madrugada del sábado se registró una masacre en el interior de una vivienda de la colonia Los Filtros, de la ciudad de Córdoba, así como la ejecución de un joven en Martínez de la Torre y el hallazgo de restos humanos en el municipio de Espinal.
Sin embargo, el conteo no paró; la tarde del 31 de diciembre, los vecinos de la región de Coatepec reportaron unos restos embolsados en la orilla de la carretera Las Trancas-Coatepec, a la altura del Puente del Diablo. De acuerdo con lo informado, desde las casas cercanas podían apreciar “varias piernas” que sobresalían de bolsas negras que fueron arrojadas en pleno día.
Los habitantes reportaron el hecho a las autoridades estatales; sobre este hecho se aseguró que se trató de dos cuerpos desmembrados sin que se conozca la identidad de las víctimas.
Por la noche del sábado, poco antes de las “doce campanadas”, un joven de una edad aproximada a los 20 años fue ultimado en la unidad habitacional San Román, de la ciudad de Córdoba.
En el norte del estado, las autoridades confirmaron que el cadáver que fue abandonado a un costado de un mirador era del comandante de la policía municipal Luis Quinto Lorenzo, quien una semana antes había sido “levantado” por un grupo armado en Poza Rica.
La mañana del domingo, un cortador de naranja fue ejecutado en el ejido Estero del Ídolo, municipio de Álamo. El campesino presentaba el tiro de gracia y huellas de tortura. Mientras tanto, en Minatitlán también fue reportado el homicidio a golpes de un varón en la colonia Insurgentes Norte.
